El mercado negro de las pastillas antisida
Mientras en EEUU está disponible desde 2012, en Europa no es legal adquirir el fármaco que evita la transmisión del VIH (PrEP).
7 noviembre, 2015 01:25Noticias relacionadas
Se llama Joseph, tiene 40 años y hace tan sólo dos que aprendió a disfrutar del sexo sin miedo. Detrás de este cambio no hay una terapia psicológica ni una revelación espiritual o religiosa, sino unas pequeñas píldoras azules que consume a diario. Lejos de ser ningún tipo de psicofármaco, Truvada -así se comercializan- es la combinación de dos medicamentos antirretrovirales, los fármacos que sirven para evitar que las personas infectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) desarrollen el sida.
Esta historia no tendría nada de especial si no fuera porque Joseph no es seropositivo, aunque en muchas etapas de su vida ha tenido miedo de convertirse en uno. "Está claro que hoy se puede vivir con ello [el VIH] pero, desde un punto de vista emocional, te aseguro que no es divertido; lo sé porque lo he vivido de cerca, tengo amigos a los que les ha pasado y, aunque tienen una vida sana, conviven con el estigma y es algo muy descorazonador", explica a EL ESPAÑOL.
Joseph es una de las miles de personas en todo el mundo que toma antirretrovirales para prevenir la infección por el virus del sida, una estrategia que se conoce como profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés). Pero, a diferencia de la gente que ha optado por esta vía en EEUU, Joseph no puede adquirir Truvada en España. Al menos, no legalmente sin estar afectado por el VIH. "Lo consigo por vías legítimas, a través de amigos y médicos, pero no en España", comenta sin especificar más, porque no quiere que su caso eclipse el problema de fondo.
Llegamos a este activista a través de Ferrán Pujol, presidente de la ONG Hispanosida, una asociación que maneja el centro comunitario Barcelona Checkpoint, donde cualquier persona puede realizarse gratuitamente el test del VIH.
Pujol avisa de que para este 1 de diciembre -Día Mundial del Sida- se prepara una importante acción de protesta. En la agenda hay muchos puntos a tratar, como el recorte de fondos destinados a la lucha contra el VIH o la prevención, pero uno que urge especialmente: conseguir la aprobación de Truvada para su uso en PrEP.
"Esta misma semana vino una persona al centro para realizarse la prueba del VIH; al dar positivo me dijo, desesperado, que en realidad venía a informarse sobre la PrEP", comenta Pujol. "Esta situación es una putada", añade.
Formas de adquisición
Que la PrEP funciona hace tiempo que dejó de ser un secreto y esto ha provocado que la comunidad gay (el sector en el que más crece en la actualidad la tasa de infecciones por VIH) haya redoblado el interés por esta técnica. "Si eres espabilado, la puedes conseguir", resalta Joseph.
El "espabile" al que se refiere Joseph es tan sencillo como teclear en Google "comprar Truvada". Al momento, se abren miles de opciones para adquirir el medicamento, tanto en su versión de marca como en la genérica. En la primera farmacia online que aparece en el buscador, el precio de esta última versión, que se fabrica en la India, es de 237 dólares por 30 pastillas. El del original, 883 dólares. El problema es que no se sabe si lo que se recibirá será realmente el fármaco.
Pero esto no parece parar a los potenciales clientes. "La gente lo hace porque sabe que se puede infectar o porque tiene mucho temor a adquirir el virus; están mediatizados por el miedo", resume Pujol.
No es la única forma de adquirir Truvada. Hecha la ley, hecha la trampa y, al fin y al cabo, se trata de un fármaco perfectamente legal en España, sólo que para otros usos. En concreto, para dos: controlar la infección por VIH en personas que ya conviven con el virus y evitar que la contraigan aquellos que se han visto expuestos al virus de forma accidental (lo que se conoce como estrategia PPE).
"Hay gente que la consigue a través de amigos que puedan tener una reserva y otros que dicen que han tenido una exposición accidental y utilizan el medicamento como prevención", reconoce Josep Coll, investigador del Instituto IrsiCaixa y médico especialista en VIH.
Es algo tan sabido que, según cuenta Pujol, algunos hospitales de Barcelona han dejado de dar Truvada para la PPE y han optado por otros medicamentos. Lo curioso es que la PPE se compone de dos fármacos más aparte de Truvada. "Lo que la gente hace es tirar los que no le hacen falta y pueden repetir cambiando de hospital", comenta López, que señala que no hay ninguna herramienta de control.
Motivos de una negativa
Ni los médicos ni los activistas consultados por EL ESPAÑOL parecen entender por qué la Agencia Médica Europea (EMA) no ha aprobado aún esta indicación de Truvada. Fuentes del organismo declaran a este periódico que, para ello, es necesario que el laboratorio lo solicite.
Gilead España no quiso hablar con EL ESPAÑOL, pero sí lo ha hecho un portavoz de la compañía en EEUU: "Gilead está en conversaciones con la EMA para estudiar la regulación de Truvada para la PrEP. El debate responde al apoyo de esta entidad, así como al interés de la comunidad tanto clínica como de activistas antiVIH, con la intención de reducir el riesgo de adquisición del virus y el número de infecciones".
Pero aunque las intenciones son loables, el fármaco no está hoy disponible en España. No es el caso de otros países europeos. Así lo señala el director del estudio ipergay, el ensayo clínico francés que demostró que el consumo ocasional de Truvada -dos horas antes de la relación sexual y cada 24 horas hasta un día después del último coito- también reducía la transmisión del VIH en un 86%. Jean-Michel Molina comenta a este diario que "a través de un programa de acceso expandido", el medicamento está disponible en el país galo "antes de su aprobación por la UE".
Entre las personas de alto riesgo que optarían por la PReP vamos a ver muchas ITS, tanto si toman el fármaco como si no, porque ya las vemos
Para Coll, hay varias razones que podrían estar detrás de este retraso. El médico esgrime que son "más ideológicas que científicas". Uno de los argumentos es que, si la PReP estuviera disponible, sus usuarios dejarían de utilizar preservativos y aumentarían otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Pero los expertos discuten este argumento. "Entre las personas de alto riesgo que optarían por la PReP vamos a ver muchas ITS, tanto si toman el fármaco como si no, porque ya las vemos".
Otra razón es la toxicidad de estos fármacos. Aunque el médico reconoce que uno de los componentes de Truvada puede afectar a la función renal y a la densidad mineral ósea, señala que este último efecto es reversible y que el primero no ha supuesto "un problema serio para la salud de los pacientes" en ninguno de los estudios.
Sin embargo, apunta a que las personas que toman PrEP deben someterse a controles médicos cada tres meses, justo lo que hace Joseph y lo que no siguen muchos de los que adquieren la PrEP de forma irregular.
Otro argumento es el del condón. Alguien podría decir que por qué aprobar y financiar un medicamento para prevenir el VIH, si ya se dispone de una herramienta eficaz. Pero, como señala el activista italiano, la realidad es que, 30 años después de descubrirse el papel del condón en la prevención, no se ha conseguido eliminar la transmisión. Mucha gente no utiliza preservativo, y las razones son múltiples y muy personales.
Por último, la economía también podría explicar este retraso. Los expertos consideran que la seguridad social debería financiar este medicamento. "Ocurriría como con las estatinas para el colesterol, se trata a gente sana en riesgo de desarrollar una enfermedad, en este caso cardiovascular", apunta Coll.
Mientras se espera
Mientras la EMA y Gilead llegan a un acuerdo, la realidad que no ignoran ni médicos ni activistas es que Truvada se está utilizando para prevenir el VIH en personas de riesgo. Hispanosida tiene previsto elaborar un protocolo de uso informal de este fármaco para explicar a la gente que opta por ello qué deben hacer.
Esto podría incluir desde analizar las pastillas que compran por internet en un laboratorio para confirmar que son auténticas, hasta realizarse por la sanidad privada pruebas como la densitometría ósea, para medir la densidad de los huesos y ver si se ve afectada por Truvada.
En Francia y Reino Unido, países que lideraron los dos mayores ensayos clínicos sobre estos medicamentos en Europa, esos sistemas ya están establecidos. En España, no de forma oficial, muchos médicos son conscientes de que pacientes suyos los consumen y actúan en consecuencia.
Que la gente pueda tener la libertad de tomarla si está en una situación de riesgo
"Nosotros haremos todo lo posible para que la gente pueda tener la libertad de tomarla si está en una situación de riesgo; no se va a obligar a nadie, pero queremos que exista la posibilidad", concluye Coll.
Ferrán, por su parte, se despide con una advertencia: "Estamos presionando para que el laboratorio reduzca el precio del de marca al del genérico; queda muy poco tiempo para que acabe la patente [2018] y es un medicamento que está en declive como antirretroviral; se avecinan tiempos de protesta".
"¿Por qué algo que funciona no está disponible?" concluye por su parte Joseph. "No tiene sentido, es cabreante".