Aunque el hecho no pilla por sorpresa a los científicos, puesto que ya se había sugerido esa vía de transmisión, el anuncio por parte del condado de Dallas de un caso de contagio del virus Zika por vía sexual ha hecho saltar las alarmas, ya que nunca se había documentado y menos con un número tan elevado de casos como el que se está registrando en la actualidad.
El jefe del servicio de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona, Joaquím Gascon, ya adelantó a EL ESPAÑOL este escenario al hablar de otras vías alternativas de transmisión más allá de la picadura de mosquito. "Aunque aún no se han documentado casos de transmisión por vía sanguínea y sexual, la evidencia apoya esta posibilidad".
El dato sobre el que se apoyaba Gascon y que hace no tan sorprendente este anuncio es un estudio de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades en EEUU (CDC) publicado en su revista Emerging Infectious Diseases en febrero de 2015.
En el mismo se describía como durante un brote del virus Zika en la Polinesia francesa, un paciente acudió a su médico para tratarse de hematoespermia (presencia de sangre en la eyaculación). Al analizar su semen, se encontró el patógeno.
"Esta observación apoya la posibilidad de que el virus pueda transmitirse sexualmente", concluían los autores.
Es lo que parece haberse confirmado en Dallas, cuyas autoridades sanitarias han actualizado sus recomendaciones para evitar la enfermedad, aunque no con mucho énfasis, dada la falta de información.
Así, sugieren que se utilice el preservativo, pero no dice que se haga para evitar el Zika, sino "las enfermedades de transmisión sexual".