El uso terapéutico de la marihuana es legal en numerosos países, pero a los expertos les sigue preocupando su salubridad. Al fin y al cabo, aunque la droga consiga en algunos casos mejorar ciertos síntomas, se suele consumir acompañada de tabaco y otras formas de administración han hecho que perdiera su potencial terapéutico.
Ahora, investigadores suizos han publicado en la revista Scientific Reports un estudio que demuestra que vapear el cannabis en lugar de fumarlo, tal y como se hace con los cigarrillos electrónicos, sería una alternativa a su consumo más común, con ventajas para los que pretenden un alivio de síntomas y no colocarse.
Este sistema, que ya emplean los consumidores lúdicos, tendría dos cualidades positivas para pacientes: permitiría aplicar microdosis frecuentes y evitar el tabaco. Todo ello, sin los clásicos efectos sobre el estado de ánimo que buscan la mayoría de sus usuarios.
Los investigadores dirigidos por Vincent Varlet utilizaron gas butano para extraer los canabinnoides de la sustancia y crearon una especie de aceite de hachís, que probaron en los atomizadores disponibles actualmente en el mercado.
Sin embargo, los autores observaron que estos no eran muy eficientes en la vaporización del producto, por lo que -en su estudio- recomiendan el diseño de vapeadores específicos con este fin.