Por mucho que a sus jefes pueda gustarles la idea, ser adicto al trabajo no es positivo para nadie, ni para su empresa ni para usted.
Un estudio acaba de demostrar que las personas con este trastorno son más proclives a padecer también otros desórdenes psiquiátricos, desde hiperactividad a depresión.
Este cuestionario lo ha desarrollado el organismo estadounidense equivalente en adicción al trabajo a Alcohólicos anónimos, Workaholics Anonymous. Compruebe si esta afición a pasar horas en su oficina esconde, en realidad, un problema.