Los millennials no son precisamente los más promiscuos, al menos en EEUU. Un estudio publicado en Archives of Sexual Behavior analiza y compara, mediante técnicas de big data, el comportamiento sexual de esta generación que creció con internet, teléfonos inteligentes y aplicaciones de ligoteo como Tinder, Grindr o Happen. Los resultados son, cuando menos, sorprendentes.
"Existe un relato bastante popular en Estados Unidos hoy en día, que dice que los millennials (jóvenes nacidos a finales del siglo pasado) están inmersos en la cultura hook-up, que sólo están interesado en las relaciones sexuales a corto plazo", comenta a EL ESPAÑOL Ryne Sherman, psicólogo investigador de la Atlantic Florida University y coautor de este estudio. "Por desgracia, ese tipo de nociones no tienen un fundamento científico y, por tanto, pensamos que sería interesante ver cómo ha cambiado el comportamiento de la abstinencia a través del tiempo", añade.
Para ello, Sherman utilizaron datos de una encuesta realizada anualmente por investigadores de una Universidad de Chicago, conocida como General Social Survey (GSS). Se trata de la fuente de datos que usaron los mismos investigadores -Jean Twenge, de la San Diego State University, y Brooke E. Wells, de la Widener University- para determinar, en un estudio publicado en junio de este año, que el comportamiento bisexual de los estadounidense se había doblado en apenas dos décadas.
"Las cuestiones clave y de interés para nuestra investigación no se introdujeron hasta 1988, sin embargo", apunta Sherman. "Por lo tanto, nuestro informe sólo se refiere a los datos recabados a partir de 1988".
Hasta un 15% de los estadounidenses de 20 a 24 años -millennials nacidos en plena década de 1990- afirman no tener pareja sexual desde que cumplieron 18 años. Por comparar, sólo el 6% de los nacidos a principios de la década de 1960 dijeron lo mismo. Así, los jóvenes de los noventa parecen ser los más propensos a ser sexualmente inactivos en su veintena, lo que además muestra una ruptura con los nacidos en la década anterior, la de 1980.
Los científicos afirman que, en realidad, este cambio de comportamiento sexual de los millennials no responde en realidad al período o década en la que nacieron, sino a su pertenencia en sí a una generación concreta.
"Nuestro análisis sugiere que existe algo diferente acerca de los millennials y la llamada iGeneration, es decir, los nacidos en la década de 1990", comenta Sherman. "Teniendo en cuenta su edad y el periodo de tiempo en el que fueron encuestados, son más propensos a la abstinencia sexual a partir de los 18 años que miembros de generaciones distintas", afirma, y añade: "¡Hay que remontarse a la década de 1920 para ver datos similares de abstinencia!".
En opinión de este psicólogo, su investigación proporciona algunos datos inesperados. "Por ejemplo", dice, "hemos hallado que esta tendencia se debe principalmente a las personas de raza blancos, a las mujeres y a los que no asisten a la universidad". "Dado el creciente número de personas que asisten a universidades, no estamos 100% seguros de cómo interpretar esto", reconoce.
Otro punto interesante para Sherman es que a pesar de los millennials son más propensos a la abstinencia que sus hermanos mayores, están más a favor de una serie de actitudes sexuales concretas, como el sexo pre-matrimonial.
Varias razones
Los investigadores no son capaces de ofrecer una razón concreta para explicar este comportamiento que sugieren los datos. "Por desgracia, la naturaleza descriptiva de nuestro estudio no permite saber con certeza la causa de esta diferencia", comenta a este diario el psicólogo.
Sherman sí aventura una serie de posibilidades que podrían explicar estos cambios. "Una de ellas es la educación sexual en relación con la crisis del sida de la década de 1990, lo que podría haber dado lugar a un comportamiento menos arriesgado", afirma.
"Otra posibilidad es que la generación del milenio interprete las cuestiones sobre relaciones sexuales de una forma diferente", añade. Es decir, al preguntar cuántas parejas sexuales ha tenido desde los 18 años, miembros de algunas generaciones podrían asumir que esto incluye cualquier tipo de contacto sexual (por ejemplo, el sexo oral), mientras que los millennials podrían no incluirlo. "No creemos que esto sea muy probable, pero no podemos descartarlo", afirma.
Una tercera posibilidad que apunta Sherman es el propio auge de internet. "Por un lado, internet ofrece un fácil acceso a la pornografía, que puede proporcionar una salida para la liberación de los impulsos sexuales fuera del sexo real", afirma, y apunta: "Por otro lado, internet ofrece una gran cantidad de maneras para que las personas se entretengan sin estar cerca a otros: Netflix, videojuegos, redes sociales, etc; es posible que las personas estén recibiendo suficiente contacto social a través de estos mecanismos sin llegar a tener que estar alrededor de otros".
Por último, otra razón que baraja este experto es el clima de crisis económica que afecta a esa generación al alcanzar su mayoría de edad. "Tener pocas perspectivas de trabajo significa más y más millennials que se quedan en casa con sus padres más tiempo y esperan más tiempo para independizarse". Y claro, así no hay manera.
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