Que el estrés no es bueno para la salud es algo que la medicina ha confirmado en varias ocasiones pero, hasta ahora, no se había estudiado plenamente la asociación de este parámetro con una mayor o menor mortalidad. Ahora un nuevo estudio publicado en la revista Personnel Psychology acaba con ese déficit y viene con malas noticias.
El trabajo de investigadores de la Kelley School of Business de la Indiana University ha estudiado a 2.363 residentes en activo de Winconsin, de alrededor de 60 años, durante siete años y les ha evaluado según el grado de estrés que les generaba su trabajo y el control que tenían sobre sus tareas.
Los participantes más estresados y con menos control sobre su flujo de trabajo tenían un 15,4% más posibilidades de morir en el tiempo que duró el estudio que los que ejercían labores poco demandantes. Sin embargo, los que estaban en puestos de responsabilidad pero controlaban mucho sus tareas eran un 34% menos proclives a fallecer que aquellos a los que no se les exigía mucho en su trabajo.
"Estudiamos lo que se pedía en cada trabajo o la cantidad del mismo, la presión para cumplir las tareas en un tiempo determinada y la concentración de trabajo durante la jornada laboral, así como el control sobre el trabajo o la capacidad que tiene cada uno de tomar decisiones en lo que respecta a su vida laboral, todo ello como factores predictivos de muerte", explica el autor principal, Erik Gonzalez-Mulé.
"Estos hallazgos sugieren que los trabajos estresantes tienen consecuencias negativas claras para la salud de los empleados si estos van acompañados de poco libertada a la hora de tomar decisiones; al mismo tiempo, pueden ser beneficiosos si existe esa libertad", añade.