El 11 de marzo de 2009 la médico de familia María Eugenia Moreno Martínez hacía guardia en el centro de salud de Moratalla (Murcia) cuando volvió a ver a un paciente al que había atendido unas horas antes. Fue la última persona a la que vio, puesto que el hombre -un taxista jubilado de 74 años- le descerrajó cuatro tiros en el pecho que acabaron con su vida con tan sólo 34 años.
Menos de un año más tarde, la Organización Médica Colegial creó el Observatorio de agresiones para sensibilizar a las administraciones públicas, a los propios profesionales y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a sanitarios porque afecta de forma sustancial a la actividad sanitaria.
Cada 16 de marzo se conmemora el Día nacional contra las agresiones en el ámbito sanitario y se hacen públicos los datos del año anterior. Este año, como otros anteriores, se ha constatado que, lejos de disminuir, el problema es cada vez mayor, puesto que las agresiones a médicos aumentaron un 37 % en 2016 con respecto a 2015.
Son las mujeres como Moreno Martínez las que fueron en mayor medida víctimas de lesiones, amenazas, coacciones, maltrato, injurias o coacciones -un 58 % frente a un 41 % de hombres-.
Según los datos recopilados por el Observatorio a través de los colegios profesionales el pasado año se registraron 495 casos de violencia, de los que el 87 % se dieron en el sistema público y el 13 % en la sanidad privada.
Los pacientes son los principales agresores (71,5 %), seguidos de familiares (26,6 %) y enfermos desplazados (1,8 %) y las causas principales son discrepancias en la atención médica (42,8 %), el tiempo en ser atendidos (15 %) o no recetar lo propuesto por el paciente (11 %).
Los datos, que se han hecho públicos este jueves en rueda de prensa, constatan que desde que se creó el Observatorio hace seis años, se han registrado 2.941 agresiones. "Sospechamos que si se comunicaran todas las de baja intensidad ese número podría aumentar poniendo un cero detrás", ha advertido Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC.
De hecho, un 32 % de las agresiones aún no se denuncian, por lo que la corporación colegial ha hecho un llamamiento a que se comuniquen las conductas violentas.
En torno al 55 % se producen en Atención Primaria y el 27 % en hospitales y, en ambos casos, son los servicios de urgencia los que registran un mayor número de ellas, ámbitos en los que los pacientes acuden "más alterados y angustiados", ha señalado Garrote.
En este sentido, el presidente de la OMC, Serafín Romero, ha argumentado que los ciudadanos están planteando los servicios de urgencia, donde "se da un entorno de mayor agresividad", como la puerta de entrada al sistema sanitario, a la vez que ha denunciado que la relación médico-paciente "no está en su mejor momento".
Precariedad laboral, masificación de las urgencias, falta de equidad en la atención sanitaria o aumento de las listas de espera son algunas de las razones por las que está "mermando" esa relación.
Por su parte, el secretario general de Sanidad, Javier Castrodeza, ha subrayado que el tema "preocupa y ocupa" al Ministerio de Sanidad y ha anunciado que, junto con el Departamento de Interior, se está trabajando en la elaboración de un protocolo de actuación rápida.
"Se van a impulsar medidas para que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil colaboren en dar el apoyo necesario para que esos datos vayan disminuyendo o desapareciendo", ha asegurado.
Por comunidades autónomas, las que han registrado un mayor número de agresiones, en términos absolutos, son Cataluña (109), Andalucía (102) y Madrid (99), si bien la mayor incidencia en relación al número de médicos se da en Extremadura, 4,96 por cada 1.000 colegiados, muy por encima de la media nacional (2,02).
Del total de agresiones, en el 13,4 % de los casos provocaron lesiones, de las cuales, el 41,2 % fueron físicas y el 41,2 % psíquicas, y el 16 % conllevaron baja laboral. Los insultos y las amenazas los reciben más las mujeres y las lesiones se dan más en los médicos varones.
De las 76 sentencias analizadas el pasado año, 56 fueron condenatorias, 16 absolutorias y en 4 ocasiones se llegó a un acuerdo. A 18 agresores se les impuso pena de prisión y la mayor parte (48) conllevaron multas.
Testimonio
Dos médicos agredidos han dado su testimonio. Así, Francisco Devesa ha contado que sufrió una paliza a las puertas del Hospital General de Valencia por parte de un paciente y su hijo.
"Fue un horror", ha asegurado este residente, quien ha lamentado que no tuvo apoyo por parte de sus superiores, que le pidieron que fuera más empático.
Un puñetazo en el estómago, una patada en el abdomen y amenazas de muerte recibió Abel Saldarreaga por parte de un paciente en un centro sanitario rural de Cádiz. "Pensé en dejar la medicina, pero adoro mi profesión y decidí seguir adelante", ha asegurado.