Los profesionales médicos suelen recomendar la lactancia materna por sus múltiples beneficios demostrados en comparación a la lactancia artificial. Si bien es cierto que dichos beneficios existen, como el hecho de que la lactancia materna colabora en el desarrollo del sistema inmune del bebé y le protege contra infecciones y enfermedades, hay otros beneficios que han creado polémica durante los últimos años.
Uno de ellos es la supuesta propiedad sobre el aumento de la inteligencia del recién nacido, algo que ya desmintió un estudio publicado en 2015 en PLOS One. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por los investigadores de la University College Dublin, y publicado recientemente en Pediatrics, vuelve a desmentirlo: la lactancia materna no produce beneficios cognitivos.
¿umenta la inteligencia?
En este caso se realizó un estudio de seguimiento a largo plazo -o estudio longitudinal-, el estudio Growing Up in Ireland, donde el equipo de investigadores irlandeses analizó las cualidades cognitivas de 7.478 niños a los tres y a los cinco años de edad.
Durante dichas evaluaciones, los niños pusieron a prueba sus habilidades mediante la resolución de problemas matemáticos y vocabulario; asimismo, fueron evaluados en términos de comportamiento, incluyendo síntomas emocionales, hiperactividad y relaciones con los demás.
Tras tener en cuenta diversas variables socieconómicas, como el nivel educativo y los ingresos de los padres de los niños, los investigadores no detectaron evidencias significativas sobre que la lactancia materna aumentarse la inteligencia en comparación a aquellos que habían recibido lactancia artificial.
Por otro lado, sí se encontró una diferencia entre los que recibían lactancia materna: a los tres años de edad se detectó una reducción de los comportamientos hiperactivos, sin embargo, a los cinco años de edad no se detectó tal diferencia. Esto significaría que existen otros factores a tener en cuenta en el desarrollo de la inteligencia de los niños que son más fuertes que la lactancia.
Curiosamente, en el año 2013 un estudio publicado en Breastfeeding Medicine sugería que los niños alimentados con lactancia materna tenían menos probabilidad de desarrollar TDAH, y los niños de aquel estudio tenían 6 y 12 años.
Los beneficios demostrados
Si bien el beneficio de la lactancia materna sobre la inteligencia parece no haberse demostrado, sí existen otro tipo de beneficios derivados de este tipo de alimentación, como señalan los investigadores responsables de este trabajo.
El primer y principal beneficio de este tipo de lactancia es que contiene una mezcla casi perfecta de vitaminas, proteínas y grasas necesarias para el desarrollo del bebé hasta los 6 meses de vida -momento en el cual se debe comenzar la alimentación complementaria-; además, es muy fácil de digerir para el bebé.
Asimismo, como ya se ha comentado, la leche materna contiene anticuerpos que colaboran y mejoran el desarrollo del sistema inmune del bebé, ayudándole a defenderse de las infecciones. Incluso estudios recientes, como el grupo de estudios publicados en 2015, sostienen que la lactancia materna puede reducir el riesgo de alergias del bebé.
Los bebés alimentados con lactancia materna son más propensos a mantener un peso adecuado sin caer en el sobrepeso, y tienen menos riesgo de sufrir la llamada "muerte súbita del lactante".
Finalmente, la cercanía física y el contacto piel con piel que se produce durante este tipo de alimentación mejora el vínculo entre madre y bebé.