Bill Marler lleva 20 años trabajando como abogado en casos de intoxicación alimentaria. Y, tras haber ganado más de 600 millones de dólares para sus clientes en este tipo de pleitos, afirma que tiene claro qué alimentos eliminar de su dieta. Estos son los seis alimentos que ha decidido que jamás volverá a probar, protagonistas de la mayoría de sus casos.
Ostras crudas
Este abogado estadounidense asegura que ha sido testigo de más intoxicaciones alimentarias relacionadas con todo tipo de mariscos en los últimos cinco años que en los veinte años anteriores.
Según Marler, la culpa la tendría el calentamiento global de las aguas, algo que daría lugar al crecimiento microbiano, que se daría dentro de las ostras crudas y de ahí pasaría a los consumidores.
Frutas y verduras cortadas y preparadas
El segundo grupo de alimentos que repudia Marler son las frutas y verduras preparadas. Según el abogado, a pesar de que es cómodo y agradable el consumo de estos productos, su procesado previo a ser vendidos en los supermercados es superior a otros productos frescos.
A más procesado, más cantidad de manos pasan por los alimentos, lo que aumenta las posibilidades de contaminación.
Brotes crudos
Los brotes de semillas germinadas son un nido de bacterias -se han detectado hasta 30 clases diferentes- , sobre todo la Salmonella y la E. coli-, algo que ha ido aumentando durante las últimas dos décadas.
Marler afirma que no se está prestando atención al riesgo de contaminación de estos alimentos, por lo que prefiere eliminarlos de su dieta.
Carnes poco hechas
Para Marler, cualquier tipo de carne debe estar cocinado a una temperatura mínima de 71ºC para acabar con todas las bacterias, sobre todo la E. coli y la Salmonella.
Para este abogado, la moda de consumir carne poco hecha o casi cruda es un error y un riesgo de intoxicación.
Huevos crudos
Aunque Marler afirma que actualmente la posibilidad de sufrir una intoxicación alimentaria por consumir huevos crudos es menor que hace 20 años, sigue recordando la epidemia de salmonela que se produjo entre 1980 y 1990 en Reino Unido.
Actualmente las posibilidades para consumir un huevo en buen estado son múltiples y más fáciles que hace décadas.
Leche no pasteurizada
Aunque determinados grupos de consumidores han abogado recientemente por consumir leche sin pasteurizar con el argumento de que dicho proceso afecta al valor nutricional de la misma, Marler asegura que la pasteurización no es un peligro.
De hecho, es necesaria, pues saltarse este paso puede aumentar significativamente el riesgo de contaminación por bacterias, virus o parásitos.
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