A falta de conocer el parte médico de María Teresa Campos, ingresada este martes en la Fundación Jiménez Díaz, poco se puede decir sobre su pronóstico. Lo que ha trascendido que padece -una isquemia cerebral- no es sino una falta de riego en el cerebro. Según explica a EL ESPAÑOL el presidente de la Sociedad Española de Cardiología, Carlos Macaya, esto es un problema cardiovascular, pero no es necesariamente sinónimo de ictus.
Todo depende del alcance de la lesión; es decir, de cuánto tiempo haya durado esa interrupción del flujo sanguíneo y del daño cerebral que haya causado la misma. "Puede desde tener una focalidad muy pequeña y recuperarse casi de inmediato a quedar paralizada de un lado del cuerpo", explica el especialista.
Así, Campos podría haber sufrido desde un accidente cerebrovascular transitorio -lo que se conoce como un miniictus- a un infarto cerebral, ya que esta dolencia puede estar causada por una falta de riego sanguíneo. De hecho, los dos grandes tipos de ictus que hay son el hemorrágico y el isquémico, que se produce cuando falta la sangre en el cerebro.
Lo que sí es obvio es que sea el que sea el alcance de la lesión, se trata de un problema cardiovascular, por lo que los factores de riesgo asociados a este tipo de patologías suelen estar involucrados. Hablamos de obesidad, tabaquismo e hipertensión arterial, entre otros, además de la edad.
El tratamiento al que han podido someter a María Teresa Campos puede haber variado. Si lo que ha sufrido es una accidente cerebrovascular transitorio, lo más probable es que se le hagan pruebas para determinar la causa y se tomen medidas para que no se vuelva a repetir -centradas sobre todo en cambios en el estilo de vida-ya que padecer un problema de este tipo incrementa enormemente el riesgo de sufrir otro más adelante.