Siete cosas que no sabes sobre los pechos
Es uno de los atributos físicos más reconocibles de las mujeres, pero hay muchas cosas de ellos que se desconocen. La ciencia lo ha demostrado.
4 junio, 2017 03:00Noticias relacionadas
Al igual que el pene y la vagina, los pechos conviven con infinidad de nombres, que oscilan entre más y menos malsonantes. Son uno de los atributos físicos más reconocibles en la mujer y su denominación correcta desde el punto de vista científico es mama, que abarca la glándula mamaria y los conductos empleados para la lactancia. Por supuesto, dar leche no es lo único que hacen los pechos que, entre otras cosas, se han definido como una de la zonas erógenas por excelencia. Pero hay muchas más cosas sobre estos órganos que no son tan conocidas.
No son iguales
Según el director del Antiaging Group de Barcelona -una clínica de cirugía plástica-, Jesús Benito, lo normal es que los dos pechos no sean iguales. Tanto, que el 85% de las mujeres tienen asimetría de la mama. Las diferencias no tienen por qué ser pequeñas y la mayoría de las mujeres tiene un pecho mucho más grande que el otro.
Masajearlos es bueno
Un estudio publicado en PLoS One en 2014 demostraba en células cultivadas en laboratorio que la compresión manual de las mamas podía alterar el desarrollo del cáncer. Así, extrapolando los hallazgos, se podría concluir que masajear los pechos podrían influir en el pronóstico de un cáncer de mama, aunque se trata de una afirmación que habría que confirmar con nuevos estudios en humanos. Por otra parte, un clásico trabajo realizado en mujeres lactantes en 1994 demostró que los masajes en los senos incrementaban la producción de oxitocina, la llamada hormona del amor.
El raro pezón extra
Se le llama tercer pezón o pezón supernumerario, aunque no tiene nada que ver con el Opus Dei. Entre el 1 y el 3% de las personas nacen con un pezón extra, que a menudo se confunden con lunares. Estos no tienen por qué estar en la mama, aunque a veces lo están y afectan por igual a hombres y mujeres. No está claro el porqué de su presencia, aunque algunos estudios apuntan a que sea un vestigio evolutivo.
Su estimulación puede llevar al orgasmo
Nadie dice que sea fácil, pero es posible llegar al orgasmo sólo con la estimulación de los pechos. Un estudio publicado en 2010 demostró que los circuitos cerebrales que se activaban con esta práctica sexual, que se remonta a tiempos inmemoriales, eran similares a los que se encendían con la estimulación vaginal. Curiosamente la zona más sensible del pecho no es el pezón sino la parte inmediatamente superior a éste.
No es fácil usar el sujetador correcto
Aunque cada mujer sabrá decir si se le pregunta qué talla de sujetador usa, la realidad es que la mayoría (alrededor de un 80%) utiliza una incorrecta. Aunque a menudo se ha dicho que ésta es una frase utilizada por los fabricantes de sujetadores para vender más, la realidad es que hay un estudio -publicado en 2008- que lo confirma, aunque ni el número de participantes (30) ni la revista en que se publicó -Chiropractic & Osteopathy- son precisamente parámetros de calidad científica.
La cafeína puede hacer que duelan
No es que el café y derivados causen obligatoriamente dolor en las mujeres, pero la ciencia ha demostrado que es uno de los factores de riesgo asociados a esta sensación en el pecho. De hecho, un estudio publicado en 1989 demostró que mujeres que tenían pechos fibroquísticos mejoraban en su dolor tras dejar de consumir café apenas unos meses.
A los hombres más pobres les gustan más grandes
Como hay científicos para todo, un equipo de investigadores ingleses y estadounidenses decidió en 2013 analizar una hipótesis: que la seguridad en los recursos financieros afectaba al gusto de los hombres por los pechos de las mujeres. El resultado, publicado en la revista PLoS One, demostró que a los hombres con menos recursos les atraían más los pechos grandes, mientras que los que no tenían problemas económicos se decantaban menos por las mujeres de mamas generosas.