"Todo en él es tan lindo que a veces olvidamos que no tiene nariz", solía decir Anamarie Finch, la madre de Eli, un niño de Alabama que, desde su nacimiento el 4 de marzo de 2015 se convirtió en otro fenómeno viral.
Esta semana, sus padres anunciaron el trágico desenlance de la vida de su hijo, nacido con una arrinia congénita completa y conocido en internet como "el niño sin nariz".
Nada más nacer, Eli demostró que la vida siempre se abre camino y se adaptó rápidamente a utilizar la boca para llenar de oxígeno sus pulmones. Los médicos le realizaron con urgencia una traqueotomía para facilitarle el trabajo de respirar.
Su patología era extremadamente inusual. Desde 1931 sólo se han registrado 43 casos como el suyo en la literatura médica. Se da además la circunstancia de que el año que nació Eli, otra niña con arrinia, la irlandesa Tessa Evans, fue la primera en pasar por el quirófano para recibir un implante nasal pionero.
Eli y Tessa incluso se conocieron, cuando éste tenía siete meses y ella, dos años y medio. Los Thompson habían viajado a Londres para estudiar la posibilidad de realizar un implante nasal a su hijo.
Aunque el bebé era reverenciado en internet como un ejemplo de superación, su vida en estos dos años no fue en absoluto sencilla. Tratar de compaginar la respiración con la alimentación, algo tan natural para cualquiera, obligó a introducir al bebé varias veces en quirófano.
Su padre se despidió de él en su página de Facebook, el mismo lugar donde lo presentó al mundo. "¡Siempre esperaré verlo a las puertas del cielo, esperándome para darme otro de sus famosos golpecitos de puño! Te quiero hombrecito".