La terapia génica, o el uso de la genética celular a voluntad de forma artificial, se está abriendo camino progresivamente en el mundo médico. Desde paliar el envejecimiento hasta solucionar los problemas de audición, esta nueva técnica ha ido ganando protagonismo. De hecho, el año pasado se aprobó el primer fármaco basado en terapia génica como tratamiento contra la "enfermedad de los niños burbuja".
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Queensland ha usado esta revolucionaria técnica para "silenciar" el asma y las alergias, según se publica en el medio especializado Scimex.
A modo de inmunoterapia
En el trabajo, publicado recientemente en la revista JCI Insight, los investigadores describen cómo han usado células madre modificadas genéticamente para ser resistentes a los alérgenos, a modo de inmunoterapia.
Este método, según los científicos, podría llevar a silenciar de forma permanente las respuestas alérgicas graves a sustancias comunes como el veneno de abeja o los mariscos, entre otras. Por el momento los ensayos clínicos han tenido éxito en animales, pero los investigadores esperan poder replicar los mismos resultados en humanos.
La técnica, esencialmente, permite "borrar la memoria" de aquellas células que causan las reacciones alérgicas. Dichas células son apagadas de forma selectiva por las células madre genéticamente modificadas. Concretamente se trata de las células T, un tipo de célula con un papel esencial en el sistema inmune del organismo humano; la técnica permite "desensibilizar" dichas células para que toleren la sustancia que produce la alergia.
Cómo funciona la terapia génica contra el asma
A partir de las células madre modificadas se crearían células del sistema inmune pre-programadas para expresar proteínas dirigidas contra las células T responsables de la alergia, con el objetivo de "apagar" su sensibilización.
Actualmente, según la Organización Mundial de la Salud -OMS-, existen 235 millones de personas en todo el mundo con asma, una enfermedad respiratoria frecuente en todo el mundo, independientemente de sus niveles socioeconómicos.
Por el momento los hallazgos deben ser sometidos a mayor investigación, intentando replicar los mismos resultados en humanos y comprobando si, a largo plazo, una única dosis de esta nueva terapia génica es suficiente para sustituir los actuales tratamientos contra las alergias y el asma.