Por lo general, el ser humano es la única especie que no se conforma con la apariencia que la genética le ha dado y se empeña en cambiarla. Para ello, utiliza maquillaje, utensilios para el pelo y todo tipo de productos más o menos naturales.
Lamentablemente, en algunas ocasiones estas modificaciones del físico pueden ser muy peligrosas si no se llevan a cabo con cuidado.
Este es el caso del bronceado, por cuya búsqueda muchas personas pasan horas tumbadas al sol, expuestas a radiaciones que, efectivamente, promueven la fabricación de la melanina, responsable del oscurecimiento de la piel. Sin embargo, una exposición prolongada al sol también puede generar cambios en el ADN celular y, con ello, la aparición de tumores.
De momento las dos alternativas a la toma excesiva de sol son las cabinas de rayos UV y los productos cosméticos de autobronceado. Las primeras han demostrado que también tienen efectos carcinógenos, mientras que los segundos suelen dar lugar a acabados muy artificiales, no tan estéticos como el moreno natural.
Por eso es un avance el reciente descubrimiento de un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts, que han desarrollado una molécula que potencia la producción de melanina sin la necesidad de radiaciones nocivas. El futuro fármaco podría ser la solución definitiva para obtener un bronceado saludable.
Bronceado sin luz solar
El bronceado se produce de forma natural cuando, al verse sometidas a altas cantidades de radiaciones ultravioleta provenientes del sol, las células de la piel potencian la formación de melanina. Este pigmento oscuro tiene como función absorber y dispersar las radiaciones nocivas antes de que lleguen a dañar el ADN.
Hasta aquí todo parece correcto: la piel se oscurece y a la vez se autoprotege. Sin embargo, no todo es tan sencillo, pues el ADN de los propios melanocitos, productores del pigmento, puede verse alterado por la incidencia de los rayos ultravioleta y dar lugar a mutaciones y una proliferación descontrolada, que terminaría en tumor.
Por eso, la mejor forma de broncear la piel es evitando las radiaciones UV pero, ¿cómo?
Hace 10 años un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts identificaron una molécula cuya inyección en ratones potenciaba la fabricación de melanina en los melanocitos, sin necesidad de ningún tipo de radiación.
Sin embargo, cuando trasladaron el hallazgo a las células humanas no consiguieron ningún resultado. Esto se debe posiblemente a la diferencia en el grosor de la piel de ambas especies, por lo que decidieron buscar una nueva molécula con propiedades similares.
Una década después publican un estudio en Cell Reports en el que describen el hallazgo de una pequeña molécula perteneciente a la familia de los inhibidores de los SIK. Este componente no sólo ha promovido la formación de melanina en ratones; sino que, una vez reducido su tamaño para hacer más fácil su paso a través de pieles más gruesas, también han generado los mismos resultados en cultivos celulares de piel humana.
Hasta ahora sus resultados son muy prometedores. Sin embargo, aún falta mucho para pasar de las pruebas de laboratorio a las fases del ensayo en las que se inyecte el compuesto directamente en seres humanos.
De hecho, antes de que llegue ese momento estos investigadores quieren asegurar la inocuidad de la molécula. Actúa directamente sobre el gen encargado de la regulación de todos los genes pigmentarios y cualquier fallo en su desarrollo podría dar lugar a tumores.
De momento no parece que este proceso pueda desencadenar mutaciones en dicho gen, pero será necesaria más investigación para poder afirmarlo con total certeza.
Hasta entonces, sólo queda conformarse con tomar el sol con protección solar. Al fin y al cabo, una piel clara puede lucir tan bonita como una morena.