El rapero Albert Johnson, más conocido como Prodigy, murió el martes en un hospital de Las Vegas tras finalizar un concierto de su dúo , Mobb Depp. Aunque la muerte ha sorprendido al mundillo musical, no es algo que llame la atención de los médicos. El rapero, de 42 años, padecía una enfermedad llamada anemia falciforme que, según explica a EL ESPAÑOL la secretaria general de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Carmen García Insausti, suele provocar la muerte de sus afectados alrededor de los 40 ó 50 años.
Este tipo de anemia es una enfermedad genética rara, que se da casi exclusivamente en personas de raza negra o blancos con origen genético negro, y que consiste en un trastorno de la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos. En algunos casos, ésta no es normal y se cambia un aminoácido por otro.
Todos los humanos tienen dos cadenas de hemoglobina, cada una de un progenitor. Si sólo se hereda un gen defectuoso, señala García, se padece lo que se denomina "rasgo de anemia falciforme". Si son los dos los que lo están, como parece ser el caso del rapero fallecido, se tiene enfermedad de anemia falciforme.
La hemoglobina normal, denominada A, circula bien por todos los vasos sanguíneos, ya que son flexibles. Así, los glóbulos rojos que la tienen presentan una forma plana, como discos. Cuando esta proteína es parcialmente defectuosa -hemoglobina s, si el paciente tiene rasgo de anemia falciforme- la sangre también circula bien, pero puede tener problemas al pasar por sitios con baja concentración de oxígeno, como las paredes de los vasos sanguíneos. Pero los afectados por la enfermedad en sí tienen una hemoglobina llamada ss, con una peligrosa peculiaridad: al pasar por estos espacios se empaqueta. "Es como si se apelotonara y se formara una especie de hatillo de leña, que se adhiere a las paredes de los vasos y hace que se forme un trombo", resume la secretaria de la SEHH.
Ésta habrá sido, probablemente, la causa de la muerte de Prodigy. Los afectados por su enfermedad presentan también la tradicional anemia, pero eso se soluciona con transfusiones sanguíneas continuas. Los trombos, por el contrario, pueden presentarse de forma repentina y no es mucho lo que se puede hacer para prevenirlos.
Aunque un trasplante de médula ósea es la cura para esta enfermedad, esta opción está descartada para la mayoría de los adultos y no todos los niños consiguen un donante apto para ellos.
Aunque en España no hay muchos afectados por anemia falciforme, la enfermedad es "emergente" según García, debido al aumento de la inmigración. De momento, la medicina poco puede hacer por estos pacientes. Con Prodigy, superviviente a una peligrosa vida con estancia en prisión incluida, es la única que ha podido.