Una genética privilegiada, muchísimo trabajo de fuerza en el gimnasio, un descanso adecuado y cinco comidas al día. Esta es la receta mágica para lograr el cuerpo perfecto de Cristiano Ronaldo. El siete del Real Madrid ha comenzado la temporada 2017-2018 demostrando que su masa muscular no se resiente pese a sus 32 años. En el partido de ida de la Supercopa de España contra el FC Barcelona anotaba el segundo gol de su equipo y para celebrarlo dejaba una imagen para la posteridad: fuera camiseta y una exhibición de todos los músculos de cintura para arriba que le costó la primera amarilla de las dos que provocaron su expulsión.
Hace un tiempo, el portugués protagonizaba un documental en el que su cuerpo era analizado por médicos e ingenieros especializados en la anatomía humana. Gracias a un escáner de precisión, los doctores encontraban la clave de su potencia: una relación perfecta entre su altura (1,85 centímetros) y su masa muscular. La mayoría de fibras del cuerpo del futbolista se concentran en dos lugares, sus cuádriceps (61,7 cm de perímetro) y su tronco (109 cm es lo que mide su pecho).
Como se pudo ver en el partido del Camp Nou el pasado domingo, los músculos que más desarrollados tiene en su tren superior son el pectoral, los deltoides, los abdominales, el dorsal ancho, el trapecio, los bíceps y los tríceps.
Estos músculos con tanto volumen, que le hacen muy poderoso en el choque contra los rivales, están esculpidos a base de mucho gimnasio. En concreto, según cuenta a EL ESPAÑOL Antonio Isla, preparador físico y entrenador personal especializado en futbolistas, hasta cuatro sesiones de ejercicios de fuerza a la semana.
Isla afirma que la pretemporada es la parte del año en la que más se trabaja esta cualidad. Los futbolistas profesionales tienen dos sesiones diarias de entrenamiento, de las que tres o cuatro por semana se corresponden con trabajo en el gimnasio. Mientras tanto, en plena temporada la carga es inferior: una sesión explosiva que suele ser el miércoles y otras dos de lo que se conoce como "fuerza preventiva", ejercicios menos intensos que no suponen tanto desgaste y se realizan el lunes y el jueves.
Además, las nuevas tecnologías también han puesto su grano de arena para convertir en una montaña el cuerpo de Ronaldo. Gracias a la electroestimulación, que se realiza con aparatos llamados Compex, se puede provocar la contracción del músculo o grupo muscular que se quiera sin moverse.
Alberto Isla pone algunos ejemplos de ejercicios que Cristiano incluye en su rutina para tener esos kilos de músculo en su espalda y pecho. Para hacer que crezcan el recto abdominal y los oblicuos, el preparador cita las planchas frontales y la rotación externa de tronco, respectivamente. En cuanto al primer ejercicio, un futbolista de élite realiza entre 700 y 1.000 repeticiones a la semana. Respecto al segundo, también puede complementarse con planchas laterales o ejercicios tipo crunch.
Para conseguir la hipertrofia que luce el jugador del Real Madrid en su pectoral mayor y deltoides, Isla destaca dos actividades: el press banca y el press de hombros, respectivamente.
En cuanto a su espalda, los músculos mas grandes de CR7 son el dorsal ancho y el trapecio. Estas dos zonas del cuerpo se trabajan principalmente haciendo dominadas y remo en barra, y con aperturas con mancuernas la segunda, respectivamente.
Por último, otros músculos claves en la carrera, el salto y el remate son los de los brazos. El tamaño de los bíceps y tríceps del portugués le permiten impulsarse con mucha fuerza durante un partido. Para trabajar tanto la parte delantera como la trasera de sus extremidades superiores, Cristiano realiza curl de bíceps y extensión en polea.
Una rutina pensada al milímetro al servicio de una genética única
Isla data en un 25% la repercusión de la gran genética de Cristiano para conseguir el resultado final: un cuerpo diez. El 75% restante se lo debe a la dieta y el descanso. Los futbolistas profesionales hacen cinco comidas al día, además de dos ingestas de suplementos: una antes y otra después del entrenamiento.
Los desayunos son copiosos, con una gran cantidad de hidratos. Posteriormente hay un almuerzo, en el que se incluye la fruta. Las otras tres restantes, comida, merienda y cena, varían mucho dependiendo de si es día de partido, de descanso o de recuperación. Unas veces incluyen más proteínas, otras hidratos y mayoritariamente para cenar, verduras.
Respecto a los suplementos alimenticios, se dividen en dos grupos: estimulantes y de post entrenamiento. De manera previa al ejercicio, los deportistas de élite consumen cafeína o taurina en forma de pastillas para conseguir una mayor activación del organismo. Posteriormente, se ingieren preparados con polvos de aminoácidos, carbohidratos o glutamina para facilitar el crecimiento y la recuperación del músculo durante la recuperación. Además, Isla destaca la importancia de dormir ocho horas al día, ya que es en el momento donde el músculo crece.
La edad, un hándicap para mantener su cuerpo
Según cuenta Alberto Isla, aunque Cristiano es un obseso del gimnasio, cada vez le costará más mantener el tono muscular que luce actualmente. Con la edad, las fibras pierden calidad, y en concreto las de contracción rápida son cada vez menos efectivas.
Para el preparador físico, es importante que el futbolista sepa regular y compensar su tiempo en el gimnasio con los años. Esto se debe a que a mayor volumen, es más fácil tener lesiones musculares como contracturas, sobrecargas o roturas musculares. Sin embargo, si se reduce el trabajo en el gimnasio hay menos riesgo de sufrir tirones, pero el rendimiento en un sprint es inferior. Por lo tanto, el delantero debe encontrar el punto que le permita conservar su explosividad pero sin exponerse a sufrir lesiones constantemente.