Las islas flotantes de hormigas que amenazan a las víctimas del huracán Harvey
Esta especie de insecto, venenoso y muy agresivo, soporta el agua en grandes balsas creadas para salvar a su reina.
31 agosto, 2017 19:40Noticias relacionadas
Más de 50.000 personas han sido evacuadas debido a las inundaciones que ha dejado a su paso en el estado de Texas (Estados Unidos) el huracán Harvey. Cultivos anegados, calles inundadas y hogares destruidos son algunas de las consecuencias que ha tenido este fenómeno meteorológico extremo que ha acabado con la vida de más de 30 ciudadanos y ha causado daños materiales por valor de 160.000 millones de dolares.
Ademas de seres humanos, también han tenido que abandonar su hogar animales que vivían en las zonas afectadas. Una de las especies que se ha desplazado de su hábitat, haciéndolo de una forma nada habitual, son las hormigas de fuego (Solenopsis).
Estos insectos venenosos producen sensación de quemado y gran irritación en la piel cuando pican a las personas. Además, en pacientes alérgicos a su toxina puede acarrear dolor de pecho, náuseas, aturdimiento, conmoción o, en casos raros, un estado de coma, según cuenta el libro sobre esta especie Hormigas de Fuego Importadas de Timothy C. Lockley.
Balsas tóxicas
Lo que las hace más peligrosas si cabe estos días es su manera de moverse cuando hay grandes inundaciones. Esta especie tiene un método que consiste en agruparse en gran número para poder flotar, sacrificando la vida de las que quedan debajo, pero salvando una parte del hormiguero.
La técnica no es una improvisación de los últimos días. Según recoge un estudio de 2014 publicado en PLOS ONE por miembros de la Universidad de Lausana (Suiza), es un mecanismo habitual que utilizan varios tipos de hormigas para proteger a los miembros más valiosos del grupo en caso de lluvias.
En la parte superior de la balsa se colocan las reinas, y en la zona inferior las crías y las obreras. Sorprendentemente, según cuenta la coautora Jessica Purcell, "esperábamos que los individuos sumergidos en la base de la balsa se enfrentaran al costo más alto, así que nos quedamos asombrados de ver a las hormigas cómo ponían sistemáticamente a los miembros de la colonia más jóvenes en esas posiciones".
Además, en ocasiones extremas como las de estos días, las hormigas de fuego también practican el canibalismo. Cuando llevan un tiempo flotando sin poder alcanzar ningún alimento, se comen primero sus huevos y luego a sus crías.
Varios avistamientos en Houston
Las hormigas de fuego han sido vistas flotando en balsas durante los últimos días en el estado de Texas. El reportero estadounidense Mike Hixenbaugh ha sido uno de los que ha visto un grupo de solenopsis.
En su cuenta personal de Twitter aparece un video del hallazgo y una advertencia: "No toques las colonias de hormigas de fuego flotantes. Arruinarán tu día."
Pro tip: Don't touch the floating fire ant colonies. They will ruin your day. #Harvey pic.twitter.com/uwJd0rA7qB
— Mike Hixenbaugh (@Mike_Hixenbaugh) 27 de agosto de 2017
En la ciudad de Cuero (Texas), las hormigas de fuego han teñido de rojo algunas zonas inundadas. La fotografía del tweet que va a continuación ha escandalizado al entomólogo por la Universidad de Texas Alex Wild, que aseguró "no haber visto durante toda su carrera nada como esto".
Meanwhile, in Cuero, the river has brought my aunt all of the fire ants. Yes, those are all (of the) fire ants. pic.twitter.com/dEibWYxAdl
— Bill O'Zimmermann (@The_Reliant) 29 de agosto de 2017
Un colonizador con efectos perjudiciales para la fauna
La hormiga de fuego no es autóctona de la zona, sino que emigró desde América del Sur a finales de los año 30. A partir de 1950, el gobierno estadounidense destinó políticas de control de plagas para frenar el avance de esta especie, que para esa fecha ya había colonizado la mayoría de los estados del sur del país.
El viaje al norte de esta especie se produjo por barco, al transportar troncos y plantas sudamericanas para el adorno de casas y jardines.
A largo plazo, las colonias de esta especie son perjudiciales para la fauna autóctona, ya que es un invasor que daña a otros seres vivos. Se calcula que algunas especies que viven en el suelo como roedores y reptiles vieron reducidos a la mitad su población debido a la convivencia con este tipo de insecto.