Es el órgano más extenso de nuestro cuerpo recubriendo de una pieza todo lo demás, pero no tendemos a pensar en la piel como un órgano en sí. Tampoco tenemos en mente que no se puede hablar de una sola piel: se compone de varias capas superpuestas con el objetivo de protegernos aún más si cabe.
Ahora que los veranos y su sol inclemente se alargan sobre el otoño y la primavera, es más importante que nunca aprender sobre la piel para asegurarnos de mantener su salud y su belleza.
Las cifras de la piel
La piel es el órgano más grande del organismo humano, por encima del hígado o los intestinos, representando el 15% del peso corporal de una persona (una media de 4 kilogramos).
En total, la capa exterior de la piel mide aproximadamente 2 metros cuadrados, los cuales se recambian cada 20-30 días. En total, durante toda la vida, la piel muda unas mil veces. Por otro lado, cada día se pierden entre 20 y 100 pelos de media. De hecho, el 50% del 'polvo' de un hogar suele ser piel y pelo caído durante el día.
En cuanto al grosor de la piel, la piel más fina se encuentra en los párpados de los ojos, mientras que la piel más gruesa está en las plantas de los pies.
Finalmente la piel humana es el hogar de alrededor de 1.000 tipos de bacterias diferentes, y de alrededor de 14 tipos de hongos en los pies.
Las enfermedades de la piel
Entre las enfermedades de la piel más destacables están el acné, que padecen 1 de cada 20 mujeres por 1 de cada 100 hombres.
Por su parte, entre otras enfermedades comunes de la piel, están la dermatitis seborréica -caracterizada por un exceso de grasa en el pelo que se libera en forma de escamas-, la dermatitis atópica -una inflamación de la piel que suele asociarse al asma- y la psoriasis -caracterizada por inflamación, descamación y picor.
Finalmente, destacando como enfermedad rara, el albinismo o falta de pigmentación de la piel a raíz de un trastorno genético es sufrido por 1 de cada 110.000 personas. Dicho trastorno conlleva tener una piel extraordinariamente blanca, incluyendo falta de color en los ojos y el pelo.
Efectos del sol sobre la piel y el pelo
Existe un efecto paradójico del sol sobre la piel y el pelo: la piel suele oscurecerse, mientras que el pelo suele aclararse.
Esto se debe a que el pelo se compone de células muertas, por lo que no renuevan tan rápidamente su melanina como sucede con la piel, y solo se renueva cuando crece nuevo cabello. Sin embargo, en la piel la falta de melanina podría tener terribles consecuencias, ya que las células sí están vivas y sí renuevan continuamente este pigmento. Dicha melanina se va distribuyendo por las capas de la piel, y aumentando su producción frente al sol para protegerla mejor.
Sin embargo, con el paso de los años, los cánceres de piel suelen afectar sobremanera a la zona del cuero cabelludo por no haber usado crema protectora en dicha zona, ni gorras o sombreros o cualquier otro tipo de protección. Por tanto, a pesar de que el pelo no pueda sufrir los efectos del sol como la piel, es conveniente recordar que debajo del cabello sí hay piel que proteger.
El cáncer de piel
Respecto al cáncer de piel, destaca sobremanera el melanoma, siendo el cáncer maligno más frecuente según la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, la piel sufre más a menudo el carcinoma basocelular, el mismo que sufre el actor Hugh Jackman. En España por afecta a 253,23/100.000 personas.
Los individuos más propensos a sufrir este tipo de cáncer son aquellos con la piel más pálida, ya que cuentan con menor cantidad de melanina. Esto no significa que los individuos de piel oscura estén sin embargo totalmente a salvo. Se sabe igualmente que el cáncer de piel también tiene cierto componente genético, por lo que tener precedente familiares es un factor a tener en cuenta para llevar a cabo un diagnóstico precoz.
Asimismo, se sabe que las quemaduras solares sufridas durante la infancia pueden generar cáncer en la edad adulta, aunque gran parte de estos cánceres se descubren a partir de los 50 años por la lenta progresión de los mismos.
Finalmente, existe un tipo de cáncer de piel llamado melanoma uveal, el tipo de cáncer más común en el ojo humano, por lo que es de suma importancia protegerse con gafas de sol adecuadas.
Colágeno para mantener su firmeza
La piel muestra los signos más visibles del envejecimiento en el ser humano: se reseca, decolora y pierde su firmeza, dando paso a las arrugas. El responsable es el colágeno, abundante en la juventud y fundamental para la consistencia de huesos, músculos y piel, pero cuyas reservas van desapareciendo a partir de la treintena. El cuerpo, asimismo, lo reemplaza cada vez de forma más ineficiente.
Las cremas antiarrugas actúan sobre las capas superficiales de la piel pero no alcanzan las profundas en las que actúa el colágeno. Los comprimidos ingeridos por vía oral han demostrado cierto efecto según los estudios, pero tienen el problema de descomponerse en el sistema digestivo antes de cumplir su función. La dermatología ha recurrido a láseres, radiofrecuencias e inyecciones para estimular la producción de colágeno.
Sin embargo, los dermatólogos aseguran que lo mejor que podemos hacer con el colágeno es conservar el que tenemos. Para ello sirven los mismos consejos que previenen el envejecimiento de la piel: protegerla del sol, evitar fumar, dormir las horas suficientes, tener una dieta rica en frutas, verduras y pescado y tomar medidas contra el desgaste que provoca el ejercicio físico. En cualquier caso, el envejecimiento de nuestra piel también viene determinado por factores genéticos contra los que poco se puede hacer.
La piel del futuro
Cuando se producen grandes lesiones de piel, sobre todo por quemaduras, se suelen realizar injertos de piel humana de donantes o, según la cantidad de piel necesaria, incluso del mismo individuo que sufra la lesión.
Sin embargo, desde principios de este año, existe una empresa capaz de fabricar piel mediante impresión 3D: BioDan Group, en colaboración con investigadores de la Universidad Carlos III, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, y el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
Por el momento esta tecnología es capaz de crear las capas de la piel, pero las estructuras secundarias de la misma aún están en estudio y proceso.