Cáncer de mama, la verdad silenciada: puede volver hasta 20 años después
Un importante estudio pone en cifras lo que los oncólogos ya sabían: que el tumor de pecho más común no siempre se cura cinco años después de su diagnóstico.
9 noviembre, 2017 01:56Noticias relacionadas
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El cáncer de mama es el paradigma de tumor curable, ése que todo el mundo menciona cuando alguien expresa miedo de padecer la enfermedad. Esa actitud tan positiva que, sin duda, tiene mucho de evidencia detrás, puede llegar a doler a las afectadas por cáncer de mama metastásico, una enfermedad incurable a día de hoy.
Sin embargo, no todo es positivo en torno al cáncer de mama, ni siquiera en lo que se refiere a su variante de mejor pronóstico y más frecuente, el hormonodependiente -que supone alrededor del 70% de los casos en España-. Un estudio publicado este jueves en la biblia de las revistas médicas, The New England Journal of Medicine, pone el foco en un dato del que se habla poco: la capacidad que tiene este tumor de reproducirse muchos años después -hasta 20- de haberse finalizado su tratamiento.
"Es algo que ya sabíamos", comenta a EL ESPAÑOL el presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), Miguel Martín. "Todos hemos tenido en la consulta pacientes que han sufrido una recaída hasta 30 años después de la operación, 25 tras la finalización del tratamiento. Pero el valor de este estudio es que por primera vez lo cuantifica", apunta.
En efecto, este importante trabajo -un metaanálisis, la mayor figura en cuanto a potencia estadística, que ha analizado 88 ensayos clínicos en los que participaron 62.923 mujeres- calcula cuál es el riesgo de que el cáncer vuelva según el estadio en el que estaba cuando fue diagnosticado y tratado.
Así, las noticias varían según este parámetro y los ganglios afectados cuando se detectó la enfermedad. En este sentido, una buena noticia, según Martín: "Ahora mismo, con los programas de cribado -para la detección precoz de la enfermedad-, localizamos la mayoría de los cánceres sin ganglios afectados, hasta un 65%".
Porque el mejor escenario para reducir el riesgo de recaídas, según el trabajo, es precisamente ése, tener una enfermedad en estadio 1 con ningún ganglio afectado en la axila. Pero aún así, las posibilidades de recurrencia a 15 años están ahí y son del 10%. Los que están en estadio 2 y tenían entre 4 y 9 ganglios en el momento del diagnóstico
Todos estos estudios se han llevado a cabo con tumores hormonodependientes tratados -después de la cirugía y de la posible quimioterapia y radioterapia- con una de las terapias estándar, el tamoxifeno. "Actualmente se utilizan más los inhibidores de la aromatasa, que se han mostrado más eficaces en mujeres postmenopáusicas", señala Martín.
El oncólogo explica que más allá de para cuantificar el problema, el trabajo sirve para poner de manifiesto algo que hay que solucionar: decidir qué duración de la terapia hormonal es la más adecuada para rebajar ese riesgo de recaída. Así, en algunos casos las mujeres toman estos tratamientos durante 10 años pero es un parámetro poco estudiado. "En los inhibidores de la aromatasa hay pocos estudios en este sentido, aunque sí hay varios que lo confirman con el tamoxifeno", comenta a este diario.
Sin embargo, que se realicen estas investigaciones no es tan fácil, señala el siempre combativo experto. "El problema es que son estudios que no interesan a la industria, porque involucran a medicamentos fuera de patente, son trabajos académicos que tendrían que financiar instituciones públicas y eso en España no pasa".
Entonces, ¿qué puede hacer una paciente diagnosticada con cáncer de mama tras conocer los resultados de este estudio? Más allá de esperar y, por supuesto, seguir a rajatabla las revisiones, Martín propone una posibilidad: "Si toleran bien el tratamiento hormonal, pueden discutir con sus médicos si alargarla más allá de los cinco años".
También existe otra posibilidad y es utilizar los test genómicos aprobados actualmente para saber si una mujer debe o no aplicarse quimioterapia -o le basta con el tratamiento hormonal- como herramienta de predicción de recaídas. Sin embargo, estas pruebas sólo son válidas para los tumores sin afectación ganglionar.
En cualquier caso, lo que este estudio deja claro es que la generalizada creencia de que cinco años después de un diagnóstico de cáncer un paciente puede considerarse curado no aplica al cáncer de mama más común entre las mujeres. "Sí lo hace con otros dos tipos de este tumor, el triple negativo y el her2 positivo; si estos no recaen en los primeros cinco años, es raro que vuelvan. Pero no sucede con el hormonodependiente", concluye el líder de GEICAM.