Los cinco peligros de la cena de empresa por Navidad: de la salud al empleo
Compartir mesa y fiesta con jefes y compañeros puede traer consecuencias nada deseables sobre el organismo y el entorno laboral.
14 diciembre, 2017 03:05Noticias relacionadas
Diciembre llega cargado de citas y una de ellas es la tradicional comida o cena con jefes y compañeros. Ahora bien, si la idea es permitir conocerse mejor con los colegas del trabajo, limar asperezas y unir lazos con los mandamases, las posibilidades de que el asunto se tuerza son abundantes.
Dolor de cabeza, mal cuerpo o meteduras de pata que pasan factura son algunas de sus consecuencias. Y todavía hay más. Para evitarlas, te contamos cómo puede influir en tu salud y en tu entorno laboral pasarte de la raya en la cena de empresa.
1- Gases, hinchazón y un cerebro en guardia
Por mucho que nos guste cuidar nuestra alimentación, es posible que ese día dejemos de lado la dieta y hagamos algún que otro exceso. Ahora bien, darse un atracón solo puede traer disgustos. Tras él llegan los temidos ardores, síntomas del exceso de ácidos provocados por la comida, y también los incómodos gases. Estos se producen porque el tamaño de nuestro estómago aumenta y empuja a los órganos de su alrededor.
Solo hacerle caso a nuestro cerebro podrá frenar estos excesos. Como muestra la Sociedad Estadounidense de Química en un vídeo titulado Qué sucede cuando comes demasiado, nuestro propio cuerpo es capaz de evitar un atracón gracias a la hormona péptido YY, la cual nos produce malestar e incluso nauseas para que dejemos de comer.
Un exceso de comida también puede perjudicar a nuestro cerebro. Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison demostraron en 2008 que comer mucho puede activar células del sistema inmunológico que, en estado natural, estarían dormidas en el cerebro y llevarlas a destruir a un enemigo inexistente. Algo que podría explicar la causa de enfermedades tan complejas como la diabetes.
2- Ya no son horas de cenar
Por lo general, para cuando ya nos sentamos a la mesa y empezamos a cenar ya son más de las 10 de la noche y, en muchos casos, el festín se alarga durante una o dos horas. Otro hecho nefasto para nuestra salud. Según un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Pensilvania, cenar tarde incrementa el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares y nos hace engordar más.
Y no solo eso. Otra investigación de la Universidad de California probó que comer a altas horas de la noche podría afectar a nuestra memoria y psicólogos canadienses aseguraron que tienen un efecto negativo en nuestros patrones de descanso e incluso puede provocarnos "sueños extraños y perturbadores".
3- Cuidado con el exceso de copas
En la mayoría de los casos, la cena va acompañada de vino o cerveza e incluso alguna que otra copa. El alcohol puede que sea el mayor riesgo de las cenas de empresa. También de sobra conocidas son sus consecuencias más graves para la salud, como enfermedades hepáticas o de corazón.
En consumos puntuales, tomar algunas copas puede provocarnos alegría y euforia, que, más tarde, pueden dar paso a un malestar generalizado. El alcohol suele tardar entre media hora y una hora en llegar a la sangre. En ese momento se reducen los azúcares y sentimos una gran debilidad.
Eso sí, hay estudios que prueban que si consumes alcohol con el estómago lleno los efectos pueden ser menores. Según investigadores suecos, esto se produce porque el vaciado gástrico tarda más en producirse y la concentración etílica en sangre es más moderada y, por tanto, menos tóxica para el organismo. Sea como fuere, si has bebido no arriesgues tu vida (y la de otros) poniéndote al volante, ni tampoco hablando de algo importante con tu jefe.
4- Tierra trágame
Aunque ya estemos sobre aviso, muchas veces, entre la fiesta y las copas de más, nos acabamos yendo de la lengua más de lo debido. Esto ocurre porque, como explican los expertos, el alcohol desactiva la señal de alarma de nuestro cerebro y no nos avisa de que estamos cometiendo un error.
Además, investigaciones aseguran que somos conscientes de lo que decimos y hacemos bajo los efectos del alcohol, aunque nos cueste admitirlo. Así que, la próxima vez que metas la pata tras beber, ya no tendrás excusas. Ahora parece que la ciencia avala el popular refrán de que los borrachos, como los niños, siempre dicen la verdad.
5- Las consecuencias del día después
Sin duda, haberlo dado todo en la cena de empresa tendrá su repercusión a la mañana siguiente. Más allá de levantarte con unas ojeras de oso panda, la falta de sueño puede desencadenar problemas de salud. Un equipo de investigadores de la Universidad de Leeds en el Reino Unido ha descubierto que no dormir provoca alteraciones en el metabolismo y acelera el envejecimiento de nuestras células. Incluso puede dañar las neuronas y mermar la memoria.
Si a no descansar lo suficiente le añadimos que nos hemos pasado con las copas, la resaca también hará acto de presencia. Y lo peor será si tenemos que ir a la oficina. A pesar de ser una gran desconocida por la ciencia, algunos estudios han descubierto que la resaca no se produce únicamente por la deshidratación que sufre nuestro cuerpo a causa del alcohol. Otros factores como la inflamación del estómago y los intestinos, la alteración del sueño o los efectos en nuestras neuronas también influyen en cómo nos sentimos a la mañana siguiente. Esto hará que nos cueste concentrarnos y que nuestros niveles de productividad caigan estrepitosamente.
Así que, si todavía no has tenido la cena de empresa, ten en cuenta todas las consecuencias que te puede traer una noche de excesivo jolgorio con tu jefe al lado. Y si ya la has disfrutado, esperamos que todo haya ido bien.