Aunque cada vez hay más personas que muestran un físico inusual sin ningún pudor o miedo a ser juzgados, las tendencias estéticas siguen siendo una cuestión de moda a distintos niveles. Un claro ejemplo es el del color de la piel. Si bien en siglos pasados en España la piel blanca era un símbolo de riqueza, hoy en día la mayoría de la población busca todo lo contrario, llegando incluso a poner en peligro su salud exponiéndose al Sol sin protección.
Sin embargo, este cambio de tendencia no ha llegado hasta países asiáticos como Tailandia, dónde la piel oscura sigue asociándose al trabajo en el campo y, por ende, a las clases sociales más pobres. Esto lleva a que sea muy típica la comercialización de todo tipo de productos y técnicas estéticas de blanqueamiento de la piel, como la que ha descrito recientemente BBC .
A pesar de las advertencias del Ministerio de Sanidad tailandés sobre los peligros que conllevan estas técnicas, recientemente se ha hecho viral en Facebook la publicación de una clínica que ofrece un tratamiento para poder blanquear tanto la vulva como el pene.
Según se puede leer en un anuncio de la clínica Lelux Hospital, que llegó a compartirse hasta 19.000 veces en un solo día, el procedimiento se lleva a cabo a través de un láser que degrada la melanina, eliminando poco a poco el moreno de la piel.
Esta clínica empezó a realizar hace cuatro meses el blanqueamiento de la piel de la vulva en mujeres. Sin embargo, pronto acudieron clientes masculinos en busca de un servicio similar en el pene, por lo que decidieron ampliar su oferta por un módico precio: 650 dólares por cinco sesiones (unos 450 euros). "Los pacientes comenzaron a preguntar sobre el blanqueamiento del pene, por lo que empezamos a realizar el tratamiento un mes después", asegura Popol Tansakul, gerente de la clínica, en declaraciones a la BBC.
Tal y como ha advertido el Ministerio de Sanidad tailandés en un comunicado, el blanqueamiento de pene no sirve para nada y además puede causar dolor, quemaduras, cicatrices o incluso problemas para mantener relaciones sexuales. Sin embargo, ello no ha impedido que haya adquirido cierta popularidad entre algunos colectivos. "Es popular entre los hombres homosexuales y travestidos que cuidan bien sus partes privadas. Quieren verse bien en todas las áreas", apunta Popol.
Las autoridades sanitarias tailandesas apuntan que es necesario enseñar a la población que la piel morena también puede ser bonita y que la palidez no tiene por qué ser sinónimo de belleza y riqueza. Las soluciones, para aquellos que se han expuesto al procedimiento, no son del todo sencillas. "Detener el tratamiento haría que el color de la piel volviera a la normalidad pero podría dejar puntos de aspecto desagradable".