La Policía Judicial francesa y la Gendarmería han entrado en la mañana del miércoles en la sede del grupo de alimentación Lactalis en la ciudad de Laval así como en la fábrica de Craon de la que partieron los lotes de leche en polvo para bebés contaminados con salmonela. Aunque ya han sido retirados, un bebé llegó a infectarse en España el pasado octubre por consumir una muestra del producto.
Según la emisora France Info, un total de cinco instalaciones de Lactalis están siendo objeto de estos registros dirigidos por la Gendarmería de Angers y la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones al Medio Ambiente y a la Salud. Las operaciones se desarrollan en el marco del procedimiento judicial abierto a finales de diciembre por engaño agravado por el peligro para la salud humana y por incumplir el procedimiento de retirada de productos.
El ministerio francés de Agricultura había reclamado mediante un comunicado hecho público 24 horas antes a la compañía que destruyera todos los productos provenientes de la planta de Craon, señalando que la fuente de la contaminación no ha sido determinada todavía. 37 bebés se han visto afectados en por este brote de salmonelosis en Francia, con síntomas principalmente gastrointestinales (diarrea, sangrante en una docena de casos) y fiebre.
Además de reclamar la total colaboración de la empresa, el ministerio anunciaba un plan de control específico sobre la cadena de producción y los productos lácteos en polvo para niños, que entrará en vigor en un plazo de tres meses y obligará tanto a los productores como a los laboratorios a notificar las partidas que no superen los controles de calidad.