Najat y Javier (nombres distintos a los reales por petición expresa de los entrevistados) no pueden criar a su hijo desde hace más de un mes. El día que el bebé cumplió su primer año, el pasado 3 de enero, la Junta de Andalucía ya les había retirado la custodia de forma temporal. La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales les acusa de desamparo después de que los médicos de un hospital público de Cádiz diagnosticasen que el menor sufría anemia y estaba malnutrido. Sus padres lo mantenían ajeno a todo control pediátrico y no lo habían vacunado nunca.
El Gobierno regional asegura que se trata de “un caso de negligencia muy grave”, vinculada con la alimentación y los cuidados sanitarios del niño. En cambio, los progenitores del bebé aseguran, en conversación con EL ESPAÑOL, que la decisión del Ejecutivo de la socialista Susana Díaz está basada “en pura ideología”, debido a que ellos han optado por “la crianza con apego, fuera de las leyes que marca esta sociedad”.
Anémico, deshidratado y con escasa masa muscular
Najat (36 años) y Javier (43) viven en Bolonia, una pequeña población pegada a la playa y perteneciente a Tarifa (Cádiz). La pareja llevó a su hijo Jonás el 15 de noviembre de 2017 a un hospital público comarcal después de que el bebé tuviera un pico de fiebre de 38,8 grados.
Según el informe redactado por la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta, al que ha tenido acceso este periódico, el bebé presentaba “palidez cutánea”, estaba “desnutrido”, tenía “escasa masa muscular” y presentaba “deshidratación en grado III”.
Tras la primera valoración médica, los galenos decidieron trasladar de urgencia al bebé hasta el hospital Puerta del Mar, en la capital gaditana. Allí, el niño pasó una semana en la UCI por desnutrición y deshidratación. Se constató que el parto del bebé se produjo en el domicilio, que el recién nacido no había recibido ninguna de las vacunas obligatorias y que sus padres no lo habían llevado al “pediatra”.
En el informe redactado a posteriori por la Junta se recoge que el bebé se alimentaba en exclusiva de leche materna y que durante su estancia hospitalaria se le cayó la vía debido a que la madre “lo tiene permanentemente en brazos”.
También se explica que la madre, estando ingresado el niño, en todo momento quería tenerlo en contacto con su pecho “aunque no mamase”, lo que provocó que el menor vomitara. El hijo de Najat y Javier pasó a planta el 23 de noviembre de 2017 con un cuadro de “anemia megaloblástica” y “sospecha de encefalopatía por privación de vitamina B12 prenatal y posnatal, y desnutrición grave”.
El 30 de noviembre la Junta les acusó de desamparo y les retiró de forma temporal la custodia del niño. Ahora el bebé está con un hermano de Javier y la pareja de éste. Sus padres sólo pueden verlo durante una hora dos veces por semana.
Los padres contradicen a la Junta
Najat, nacida en Córdoba, es profesora y periodista. Pidió una excedencia en su trabajo para criar a su bebé. Javier, pescador y camarero, es de Tarifa. La pareja vive en una casa propiedad de él en dicha localidad gaditana.
Najat asegura que la Junta de Andalucía miente cuando señala que su hijo nunca había pasado por el control de un pediatra. Dice que su padre -el abuelo del niño- es médico, que fue él quien se percató de que su nieto podía tener anemia al verle “las orejas amarillentas” y que dos semanas antes de acudir al hospital lo llevaron a la consulta privada de un pediatra.
La madre de Jonás asegura que, en contra de lo que mantiene el Gobierno de Susana Díaz, el niño no solo se alimentaba de leche materna. “Es falso —dice Najat—, aunque es cierto que la leche ha sido el alimento principal, mi hijo ha probado otros”.
La abogada de la familia, en el informe de alegaciones presentado, asegura: “La crianza se desarrolla con normalidad. En torno a los 5 o 6 meses de vida se comienzan a introducir en la dieta del niño, de forma progresiva, los siguientes alimentos: plátano, purés de calabaza, patata, boniato, zanahoria, diversas frutas, cereales y pan. Los padres deciden no vacunar”.
Pero Najat puntualiza las palabras de su letrada. Dice que ella y su pareja, tras informarse “concienzudamente”, optaron por no vacunar al bebé durante los dos primeros años, “hasta estar bien formado”, y que luego valorarían si lo hacían o no.
También niega que sean vegetarianos estrictos y que esa sea la razón de la desnutrición del bebé. “A veces comemos pescado e, incluso, jamón. Pero eso no tiene nada que ver. La cuestión es que nosotros fuimos al médico con nuestro bebé y nos volvimos sin él por una razón puramente ideológica”, subraya Najat. “Nunca nos imaginamos que pudiéramos llegar a este extremo”.
Una crianza sin guarderías, carros y en contacto “piel con piel”
Los padres de Jonás explican que han optado por una “crianza con apego”. Se basa en el contacto físico permanente del bebé con los progenitores, en el amamantamiento del niño a demanda, en la oposición a la escuela infantil -hasta los tres años- o en su traslado sin el uso de carros, “piel con piel”.
“Probablemente, la Junta de Andalucía ni siquiera sepa en qué consiste la crianza con apego”, dice Najat. “Mi hijo no enfermó por la nutrición que le damos ni la forma en que lo criamos. Enfermó y punto. Nos lo han quitado con argumentos que no se sostienen”, añade la madre del bebé.
Sin embargo, la Junta de Andalucía sostiene que la decisión de retirarles la custodia de forma cautelar se basa en el informe presentado por el personal sanitario del hospital Puerta del Mar de Cádiz. El Ejecutivo de Díaz explica que se trata de un caso de negligencia muy grave que ha colocado al menor “en una situación de peligro extremo”.