Aunque cuando se habla de alimentación saludable, se tiende a buscar la pérdida de grasa corporal y el control del consumo de calorías -sin obsesionarse con contarlas, ya que todas las calorías no son iguales-, existen disciplinas deportivas donde todos estos consejos no solo son inútiles, sino que funcionan totalmente al revés.
Cuando pensamos en un individuo fuerte, tendemos a pensar en el típico culturista, de grandes músculos definidos y con el exceso de grasa justo. Sin embargo, como bien se hacen eco en la web Popular Science, los hombres más fuertes del mundo no suelen fijarse en marcar abdominales. De hecho, suele ser algo bastante secundario, como comenta Rick Howard, coordinador de la región noreste de la National Strength & Conditioning Association: las sesiones de entrenamiento de los hombres más fuertes del mundo son de tres o cuatro horas de duración, por lo que suelen comer mientras entrenan, llegando a ingerir hasta 5.000 calorías por día.
La fuerza pura, el objetivo de los más fuertes del mundo
Como refiere Howard, en las competiciones de levantamiento de grandes pesos y competiciones de halterofilia, donde lo importante es la fuerza pura, la masa corporal total es importante. Y si en dicha masa corporal existe grasa y una menor definición, no es un problema.
De hecho, este tipo de individuos que buscan la "súper-fuerza", aunque muchos de ellos también logran una definición más que aceptable, no suele realizar actividades de resistencia o "cardio", pues el simple hecho de levantar pesas ya conlleva la quema de cientos de calorías durante sus horas de entrenamiento. Por ello, incluso entre los culturistas -que posteriormente sí buscaran la definición corporal-, los individuos más fuertes del mundo consumen dietas que incluyen un excedente calórico con el objetivo de construir músculo. Y, aunque muchos quieran pensar lo contrario, la ganancia de músculo puro sin grasa es imposible.
Por otro lado, cabe recordar que este tipo de competiciones de levantamiento de peso suelen dividirse según el peso de los participantes, los límites de del cual suelen variar según los organizadores de cada competición. En este caso no se busca precisamente estar por debajo del limite de peso, sino que los participantes buscan acercarse lo máximo posible a dicho límite, porque a mayor masa corporal más probable será poder levantar un peso mayor, según comenta el coordinador Rick Howard.
De hecho, algunos participantes necesitan reducir levemente su peso para entrar en algunas categorías, pero eso implica también disminuir su fuerza máxima: a mayor peso, más fuertes suelen sentirse los competidores. En este caso, como puntualiza Howard, la definición corporal es un aspecto bastante secundario; en el caso de los levantadores de peso la grasa corporal implica aumento de peso, y dicho peso ayuda a tener más fuerza.
Clase súper pesada, la más popular
Curiosamente, en las competiciones de los hombres más fuertes del mundo, la categoría de "súper pesados" suele ser la más popular. En ella no existe límite de peso para los participantes. Y tampoco suelen tener unos cuerpos bajos en grasa corporal.
El año pasado, por ejemplo, Brian Shaw y sus 181 kg de peso fueron los ganadores del conocido Arnold Classic Strongman. Por su parte, Eddie Hall fue el hombre más fuerte del mundo de 2017 pesando también alrededor de 181 kg. Ambos atletas pueden llegar a levantar pesos no aptos para cualquier moral, rondando los 135-140 kg por encima de su cabeza con una sola mano.
En el caso de estos elevados pesos, cualquier tipo de masa corporal es beneficiosa, sea grasa o no. De hecho, en muchas ocasiones los hombres más fuertes del mundo usan correas alrededor de su abdomen y espalda para poder aguantar la tensión del peso levantado.
Toda esta masa corporal implica una ingente cantidad de calorías, y no siempre es ni saludable ni baja en grasas. De hecho, intentar recortar el exceso de grasas podría disminuir la progresión hacia elevados pesos -y por tanto disminuir la ganancia de fuerza-. Y la mayoría de los competidores de este tipo de deporte no están dispuestos a sacrificar su fuerza, ni su salud, a cambio de la estética.
Para terminar, Howard puntualiza otro factor que hay que tener en cuenta en estas competiciones: la velocidad del levantamiento de peso. En las categorías de menos peso, la velocidad puede ser clave, y por ello en dichas categorías se suelen ver competidores con menos grasa y mayor definición corporal. En este caso, la técnica y la velocidad pueden compensar la fuerza, en parte.