Los eventos deportivos suelen ser fuente de múltiples emociones, desde la tristeza por la pérdida de la competición hasta la euforia por haber ganado. De forma común los hinchas de cada equipo viven los resultados de tales competiciones como propios, por lo que dichas emociones en ocasiones parecen no tener límites y tener un coste elevado en lo que a salud se refiere.
Ahora, un nuevo trabajo ha buscado una posible relación entre los resultados de las competiciones y el riesgo de sufrir un infarto por parte de los hinchas de cada equipo. Y, para sorpresa de los propios investigadores del Instituto del Corazón de Montreal -Canadá-, la victoria de un equipo deportivo aumentaría el riesgo de ataque al corazón de sus seguidores.
Según este nuevo trabajo, publicado en el Canadian Journal of Cardiology, los hombres de menos de 55 años serían los que más riesgo tendrían de acabar sufriendo un infarto cuando su equipo gana. Por otro lado, las mujeres no parecían sufrir este efecto adverso por las victorias deportivas.
En trabajos anteriores los investigadores habían detectado asociaciones entre eventos deportivos en general y comportamientos no saludables, como el hecho de beber alcohol o comer alimentos ultraprocesados o excesivamente grasos. Pero aún no se había tenido en cuenta la posibilidad de una emergencia médica real por la victoria en el campo.
En esta ocasión, los investigadores se centraron en los datos de ingreso de pacientes que habían sufrido un tipo de ataque al corazón en especial, el infarto de miocardio con elevación de ST o SCACEST, un tipo grave de infarto cardíaco, justo después de que jugase el equipo de hockey profesional Montreal Canadiens -el equipo de hockey sobre hielo más antiguo del mundo-.
Según sus análisis, los hombres menores de 55 años tenían hasta un 40% más de riesgo de acabar con un SCASEST tras la victoria de este equipo de hockey. Por su lado, contraintuivamente a la creencia habitual, los hinchas de los equipos perdedores no parecían aumentar su riesgo cardiovascular de forma significativa cuando su equipo caía derrotado.
En anteriores trabajos ya se había demostrado una relación entre el riesgo de infarto cardíaco y las emociones intensas, algo que podría explicar estos eventos, pues las victorias son emocionalmente más significativas que las derrotas.
Los otros factores a tener en cuenta
En estudios previos ya se había sugerido que los comportamientos poco saludables, como el excesivo consumo de alcohol y bebidas azucaradas durante los eventos deportivos, las comidas pesadas y grasas, el tabaquismo, el consumo de drogas e incluso la falta de sueño podrían asociarse con un aumento del riesgo cardiovascular durante los eventos deportivos. Sin embargo, ninguno de estos factores tenía que ver con el ámbito emocional.
En esta ocasión, el grupo de investigadores canadienses ha sido el primero en establecer una asociación entre los resultados deportivos y la salud de sus fanáticos. Aunque la historia ya había dejado algunos datos a tener en cuenta en el pasado.
Por ejemplo, durante el campeonato europeo de 1996, tras el enfrentamiento entre Holanda y Francia durante la fase de penaltis, se detectó un aumento del 50% de muertes de hombres holandeses por ataques cardíacos e ictus justo el día del partido de fútbol. En aquel momento este desfavorable resultado se atribuyó al estrés mental combinado con el alcohol, comer y fumar en exceso durante el visionado del partido.
Ahora, los investigadores canadienses sugieren que la euforia intensa habría sido suficiente como para aumentar el riesgo cardíaco en aquel y otros eventos deportivos, y que debería ser algo a tener en cuenta en futuras investigaciones y recomendaciones a la población.