Las actividades extraescolares son un gran incentivo para el desarrollo físico y cognitivo de niños y adolescentes. Sin embargo, cuando éstas se convierten en algo más que un simple divertimento y pasan a formar parte de su vida, pueden llegar a ocasionar situaciones de estrés a las que se debe poner solución cuanto antes para evitar males mayores.
Este es el caso de los estudiantes atletas. Para ellos el deporte es una forma de vida, de la que disfrutan plenamente, pero también les obliga a compaginar los estudios con los entrenamientos, sin dejarles apenas tiempo para el descanso.
Entre los problemas que esto puede ocasionar, la falta de sueño es uno de los más obvios, por lo que un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona ha analizado recientemente los problemas de sueño de este grupo poblacional, con el fin de buscar un patrón que pueda ayudar a prevenirlos en el futuro.
Parálisis del sueño y alucinaciones
En el estudio participaron 189 estudiantes atletas de la División I de la National Collegiate Athletic Association, que recoge a la mayoría de instituciones deportivas universitarias de los Estados Unidos.
Todos ellos fueron entrevistados sobre sus hábitos de sueño, haciendo especial hincapié en posibles anormalidades, como la parálisis del sueño y las alucinaciones hipnagógicas.
La primera es la típica sensación de despertar con el cuerpo paralizado en mitad de la noche. Se debe a una vuelta a la consciencia en un momento en que el cerebro ha detenido la actividad de buena parte de los músculos, para ahorrar energía y evitar movimientos involuntarios que puedan ocasionar lesiones. Esta inhibición muscular es algo normal, pero la mayoría de personas no se dan cuenta, ya que se da en estado de inconsciencia. Sin embargo, algunos individuos pueden despertar en ese momento, llevándose un buen susto al comprobar que todo su cuerpo está totalmente paralizado. A menudo las situaciones de estrés incrementan la frecuencia de estos fenómenos, por lo que no es extraño que el 18% de los entrevistados asegurara sufrirlos frecuentemente, un 7% de ellos con una regularidad de una vez por semana.
En cuanto a las alucinaciones hipnagógicas, son una serie de alucinaciones, tanto visuales como auditivas, que se dan justo en el momento de transición entre la vigilia y el sueño. Algunas personas no las recuerdan tras volver a dormirse, pero otras pueden describirlas con exactitud. Es frecuente en niños y adolescentes, aunque en algunos casos continúan durante la edad adulta. No suelen ser motivo de preocupación, e incluso se han llegado a asociar con la creatividad, especialmente después de que artistas de diversos ámbitos, como Mary Shelley o Salvador Dalí, aseguraran padecerlas con frecuencia. Sin embargo, cuando se dan de forma repetida pueden ser algo molestas. De los atletas que participaron en el estudio, un 24% aseguró sentirlas a menudo, un 11% al menos una vez a la semana.
No son porcentajes escandalosos, pero sí suficientes para prestar atención a la calidad del sueño de estos jóvenes, con el fin de prevenir consecuencias preocupantes. Es cierto que no se trata de síntomas peligrosos; pero, curiosamente, al preguntar a los participantes sobre su bienestar emocional se comprobó que los que padecían estos fenómenos a menudo también tenían una mayor predisposición a la depresión, un trastorno al que sí se debe prestar una especial atención.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista online de la Academia Americana de Medicina del Sueño y fueron presentados recientemente en Baltimore, en la reunión anual conjunta de profesionales de dicha academia y la Sociedad de Investigación del sueño.