El cantante y presentador Bertín Osborne come ahora más verdura que nunca y "está tratando de quitarse las carnes rojas" porque últimamente "le dan ataques de gota con frecuencia", según explicó este martes a JALEOS su mujer, la empresaria Fabiola Martínez.
El andaluz no está solo en esto, ya que la enfermedad que padece la sufre un 2,4% de españoles, según los resultados del estudio EPISER, que mide la prevalencia de las enfermedades reumáticas en la población de nuestro país.
Según explica a EL ESPAÑOL el portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y reumatólogo del Hospital Universitario HM Sanchinarro Enrique Calvo, lo que Martínez denomina "ataques de gota" no es otra cosa que los dolores provocados por el depósito de cristales que implican "años" de niveles elevados de ácido úrico, un problema llamado hiperuricemia.
"Se considera que esto sucede a partir de los 6,8 miligramos de esta sustancia por decilitro de sangre; se trata de un antioxidante que no es malo per se, lo es su exceso, porque cristaliza y tiene un peso y por eso se deposita sobre todo en el dedo gordo del pie, los tobillos o las articulaciones, sobre todo las inferiores por la gravedad", añade el experto.
Sin embargo, el médico explica que no sólo se deposita en esos lugares, sino también en otros como el riñón, donde puede provocar cálculos o piedras. Pero para este experto, lo más preocupante de la gota son las graves consecuencias que ni la población afectada ni muchos médicos conocen.
Bomba de relojería
"El 25% de los afectados sufren también problemas renales, el 50% son hipertensos, su presencia aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, de tal forma que uno de cada diez enfermos de gota presentan problemas cardiovasculares: es una bomba de relojería", subraya Calvo.
En el imaginario popular, se asocia la gota a los estilos de vida plagados de excesos, con abundancia de alcohol y alimentos considerados poco sanos, pero esto es "en parte, un mito", comenta el médico. "El 30% de mis pacientes son delgados y atléticos, hay uno de cada cuatro que lo sufren por causas genéticas, por ejemplo", subraya.
Esto implica que la solución a la gota va más allá de reducir el consumo de proteína animal y el alcohol, algo que sin duda será la primera indicación del especialista. "Con eso se puede bajar a lo mejor un punto, pero si tienes unos niveles de 9 mg. o más, que no es raro, no se consigue sólo con eso", resalta.
De hecho, aunque hay una muy buena noticia asociada a esta enfermedad reumática -que es curable- para lograrlo hay que bajar los niveles a menos de 6 mg. por decilitro o incluso menos de 5 si los ataques han sido tan graves que han producido tofos, una especie de bultos "muy antiestéticos" que se forman bajo la piel por la acumulación de los cristales. Además, la curación no es rápida y puede llevar "tres o cuatro años" de tratamiento.
Para lograrla, se dispone de cuatro medicamentos, dos que "cierran el grifo de entrada" del ácido úrico -alopurinol y febuxostat - y dos que "abren el de salida" -la benzobromarona y el de próxima aprobación lesinurad- que se prescriben solos o en combinación. "Algunos pacientes me dicen que les han permitido volver a llevar vida normal y saber que no por tomarse una cerveza un día estaban condenados a un ataque de gota al día siguiente", explica el facultativo.
En casos puntuales, cuando el exceso no es muy elevado, sí se puede curar sin medicamentos. "Es lo que le ocurrió por ejemplo al actor Jared Leto, que tuvo que engordar 30 kilos para un papel y desarrolló la enfermedad y se solucionó cuando volvió a su estilo de vida normal", comenta también.
Poca concienciación
Calvo cree que existe poca concienciación en torno a la importancia del exceso de ácido úrico. Aunque esto no siempre es lo mismo que la gota -se calcula que entre un 30% y un 40% de los que presentan niveles de ácido úrico alto sufre la formación de cristales-, presentar niveles altos debería suponer una alarma para los médicos.
Tener hiperuricemia debería ser alarmar tanto como tener alto el colesterol o el azúcar, que no tiene por qué ser grave si pasa una vez, pero la gente se asusta "porque lo asocian a la muerte", comenta el médico. "Debería de ser una bandera roja", apunta.
Lo normal es que si esas cifras se repiten -"una vez es como salir mal un día en una foto"- se acuda al especialista para ver si se han formado cristales, lo que se puede ver con una ecografía en la zona donde duele o donde se ha formado un bulto o con un estudio ecográfico específico para gota desarrollado por médicos del Hospital Universitario La Paz, que amplia la prueba de imagen a las rodillas y al dedo gordo.
Tras la confirmación del diagnóstico, comenzará el tratamiento, siempre con vistas a alcanzar la curación. Algo que se espera que logre también el popular cantante jerezano.