Desde hace mucho tiempo, multitud de tiendas físicas y bazares online ofrecen a cualquiera la posibilidad de adquirir artilugios peligrosos que, sin seguridad ni regulación alguna, acaban cruzando las fronteras y colándose en nuestras casas.
Es el caso de los punteros láser, artilugios que si bien hoy día están mucho más regulados que hace una o dos décadas -sobre todo en cuanto a nivel de potencia se refiere-, siguen suponiendo un peligro para algunas personas que realizan un uso irresponsable de los mismos.
Ése fue el caso de un niño de 9 años que acudió al Hospital Universitario de Larissa, en Grecia, por dificultad para ver a través del ojo izquierdo tras haber sido expuesto de forma repetida a la luz de un puntero láser. El caso acaba de ser publicado en la revista New England Journal of Medicine.
Según sus primeros hallazgos, la agudeza visual del ojo derecho del niño se mantenía en 20/20. Sin embargo, la agudeza visual de su ojo izquierdo era de 20/100. En términos oftalmológicos, una visión de 20/100 implicaría que para ver un objeto que se encuentra a 100 pies -unos 30 metros-, dicho ojo necesitaría que el objeto se encontrase mucho más cerca, a 20 pies -unos 6 metros-, o bien que sea de mayor tamaño para poder verlo.
Posteriormente, se realizaron otras pruebas como una funduscopia o fondo de ojo, donde se encontró un "agujero macular" en el ojo izquierdo. Así mismo, una tomografía de coherencia óptica confirmó dicho agujero. Finalmente, una prueba de autofluorescencia del fondo de ojo también detectó dos lesiones asociadas al agujero macular.
La conclusión de todas estas pruebas médicas era que existía una lesión clara en el ojo izquierdo del pequeño, la cual podía explicar la significativa disminución de su agudeza visual. De hecho, el niño afirmó haber jugado repetidamente con un puntero láser verde al que había mirado fijamente de forma repetida.
Tras 18 meses de seguimiento, la agudeza visual del ojo izquierdo del niño se ha mantenido sin cambios. Y, dado que la lesión se acompañó de otras lesiones, se decidió no operar al pequeño y optar por un tratamiento más conservador.
La normativa sobre los punteros láser
Como advierten las mismas investigadoras en su informe, actualmente la venta de punteros láser de más de 1 mW de potencia está prohibida en muchos países, pero es relativamente fácil adquirir dispositivos más potentes, sobre todo de forma online.
Según la Foods & Drugs Administration de Estados Unidos, un uso normal de los punteros láser que cumplen la normativa no debería dar problemas, pero su uso inadecuado -como sugiere el caso- sí puede provocar dolencias. Por ello, dan una serie de consejos:
- No usar el puntero láser sobre la piel de animales ni humanos, y sobre todo nunca dirigirlos a los ojos.
- No usar el puntero láser sobre espejos u otras superficies reflectantes.
- Buscar la etiqueta "ICE Clase I" o "Producto Láser de Clase 1", la cual implica que puede ser usado por un niño y es de bajo riesgo.
- Evitar comprar punteros láser para niños, ya que no son juguetes.
- No usar jamás punteros láser de más de 5 mW de potencia, o bien que no tengan una potencia determinada en la etiqueta.
- Si se sospecha alguna lesión ocular en un niño tras el uso de un puntero láser, consultar inmediatamente a un servicio sanitario.