El verano es una época especialmente complicada en lo que a intoxicaciones alimentarias se refiere. Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos que, al entrar en contacto con la comida que ingerimos, pueden llegar a provocar severos problemas de salud: desde una salmonelosis pasando por una enteritis o los tristemente famosos anisakis.

Los síntomas más comunes que experimentamos cuando sufrimos una una intoxicación alimentaria se caracterizan por dolor abdominal, vómitos y diarreas. Normalmente solemos pensar que el problema está provocado por alimentos que ingerimos en restaurantes o bares. Sin embargo, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), más del 50% de las intoxicaciones se producen por alimentos que han sido preparados en nuestra propia casa.

La OCU ha elaborado un listado con los alimentos que provocan un mayor número de intoxicaciones en las personas:

Huevos

Los productos que tienen huevo son especialmente peligrosos. Pexels

Se trata de un producto especialmente peligroso. "Las tortillas y salsas a base de huevo son un peligro bien conocido. En hostelería se usa huevo pasteurizado para evitarlo. Pero aun así, este alimento hay que manipularlo con cuidado, evitar que el interior se contamine con la cáscara que puede estar sucia, no lavarlos, tener las salsas como mayonesas siempre en la nevera y no más de 24 horas desde que se preparan", advierten desde la OCU.

Las tortillas, tanto de patatas como la tortilla francesa, conviene no tenerlas fuera de la nevera más de un par de horas. En el caso de que se guarden dentro del frigorífico, conviene que se consuman antes de 24 horas.

Pescado

Un montón de pescados expuestos en una pescadería. Pixabay

El pescado se ha situado en el punto de mira en los últimos meses debido al anisakis, un parásito que afecta a los peces y que puede provocar severas lesiones en el tubo digestivo. "La moda de comer pescado crudo o semicrudo no mejora la situación", explica la OCU. "Manipular con cuidado, lavarlos, eviscerarlos bien y cocinarlos adecuadamente es la forma de evitarlo y, si se comen crudos, que estén previamente congelados".

Mariscos

Una mariscada dispuesta para ser comida. Juantiagues Flickr

Los moluscos bivalvos y mariscos que se recolectan en distintas zonas del litoral español pueden acumular biotoxinas que pueden provocar intoxicaciones alimentarias graves. Entre ellas destaca el síndrome de la intoxicación diarreica. Además, habitualmente se suelen comer crudos o poco cocinados. La OCU recomienda comprar los moluscos vivos y en establecimientos autorizados, no furtivos, "ya que en estos lugares no hay garantías higiénicas". "Los moluscos de concha tienen más peligro porque concentran las bacterias incluso patógena y si no están cogidos en zonas seguras o depurados pueden darnos muchos sustos", advierten.

Vegetales y derivados

Un puesto con un montón de verduras. Pexels

Por muy seguros que parezcan, los vegetales también son uno de los alimentos que más intoxicaciones alimentarias provocan. "Al estar en contacto con la tierra, si no se lavan bien y luego se mezclan con otros ingredientes también pueden darnos problemas. Últimamente también ha habido brotes víricos con frutas rojas congeladas o zumos", apunta la OCU.

Pollo

Una pechuga de pollo. Pixabay

El pollo es una de las carnes que peor fama tiene (muchas veces de forma injustificada). Sin embargo, sí que es cierto que la composición de la misma, la abundancia de agua que contiene y la "manipulación" de la misma es muy dada a la contaminación. "Puede tener con frecuencia presencia de salmonella y campylobacter, que son causantes de intoxicaciones con síntoma gastrointestinales", apuntan desde la organización de consumidores. Para evitarlo, conviene que cocinemos muy bien el producto, que la carne se haga bien en la sartén y que evitemos comerlo picado en hamburguesas o salchichas frescas.

¿Y qué alimentos se salvan? Tanto los dulces como los chocolates, así como las conservas, las frutas y las bebidas son los alimentos que menos se relacionan con intoxicaciones alimentarias. Eso sí, que se den muy pocos casos no significa que no tengamos que llevar cuidado. "Las conservas, por ejemplo, aunque hay muy pocas intoxicaciones alimentarias, las que surgen son muy graves. Es el caso de botulismo", avisan desde la OCU.