Golpe sobre la mesa de la administración Trump a los cigarrillos electrónicos. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha lanzado una advertencia a las principales compañías que fabrican estos productos, así como a los vendedores de los mismos. Solicitan medidas inmediatas para impedir su acceso a los menores estadounidenses. De lo contrario, amenazan, los cigarrillos serán retirados del mercado en un plazo de 60 días.
Según ha explicado la FDA en un comunicado, más de 1.300 distribuidores y vendedores -incluyendo cadenas tan conocidas como 7-Eleven- y cinco grandes compañías productoras se verían perjudicadas por esta medida. "Vemos señales claras de que el uso de los cigarrillos electrónicos por parte de los menores ha alcanzado proporciones epidémicas", afirman. "Debemos ajustar ciertos aspectos de nuestra estrategia para acabar con este peligro".
El organismo sanitario se ha dirigido a cinco fabricantes de este tipo de productos, uno de los cuales acapara hasta un 70% del mercado. Se trata de la marca de cigarrillos electrónicos JUUL, que aún no está a la venta en España. De acuerdo con este artículo de El Confidencial, JUUL se asemeja en aspecto a una memoria USB y cada una de sus cargas -JUULpods- equivale a una cajetilla de tabaco. Un portavoz de la empresa que los produce declaró a The New York Times: "Nuestros laboratorios trabajarán de forma proactiva con la FDA. Nos comprometemos a que los menores de edad no tengan acceso a nuestro producto". Las otras cuatro marcas afectadas son: Vuse, MarkTen, Blu y los e-cigarrillos fabricados por la compañía Logic.
De acuerdo con la FDA, más de dos millones de adolescentes estadounidenses han tenido acceso a los cigarrillos electrónicos. "Creemos que uno de los principales atractivos de este producto para los jóvenes son sus sabores". JUUL utiliza cápsulas de hasta ocho sabores: mango, menta, pepino... una característica que las empresas podrían haber empleado como estrategia publicitaria.
El tabaco, una industria muy potente del país norteamericano, mata a prácticamente 500.000 estadounidenses cada año. El actual jefe de la FDA, Scott Gottlieb, ha declarado en ocasiones anteriores que considera a los cigarrillos electrónicos una forma de luchar contra esta adicción. Pero aunque estos nuevos dispositivos contengan menos sustancias tóxicas, sus niveles de nicotina pueden llegar a ser más altos que los de un cigarro tradicional. Gottlieb coordina un plan anti-tabaco, con duración hasta 2022, en el que se pretende reducir la cantidad de nicotina presente en los cigarrillos, entre otras medidas.