Infartos en Nochebuena: el estudio que demuestra el fenómeno más triste
- Los infartos de miocardio se disparan en la noche previa al día de Navidad, seguramente por el estrés emocional.
- A menor PIB, más muertes por corazón: Asturias, Extremadura y Andalucía en cabeza
- El 'código infarto' que salvó la vida de José Coronado
Noticias relacionadas
- El ictus mata mucho más en Sevilla y Huelva: la ambulancia llegó tarde para Pilar
- Estos son los 10 hábitos que te han vendido como malos y realmente son sanos
- Ecografía 3D: un sistema pionero para identificar el riesgo cardiovascular en HM CIEC
- Si tienes psoriasis, sufres más riesgo de estas tres enfermedades
Este año, al número especial de Navidad de The BMJ se le he colado un estudio muy alejado del tono satírico de los tradicionales protagonistas de este volumen, ya un clásico en la ciencia. Los trabajos que suele incluir el número han dado hasta la fecha titulares como que los hombres son más idiotas que las mujeres, el whisky de malta no se distingue del coñac si se toma con los ojos cerrados o que si un paciente con sospecha de apendicitis se queja al pasar la ambulancia por un bache, es más que probable que padezca esta inflamación.
Pero el de 2018 ha rebajado el tema e incluye uno cuya conclusión es todo menos divertida: la Nochebuena es un factor de riesgo para sufrir un infarto, y más en pacientes mayores -de más de 75 años- o con factores de riesgo adicionales, como la diabetes o la enfermedad arterial coronaria. Así, la comida familiar por excelencia puede acabar con el abuelo o la abuela en el hospital y quedar para el recuerdo de la manera menos deseada.
No es lo primera vez que se habla de esto, algo que los médicos y responsables de Urgencias llevan años observando, pero sí se trata de la primera demostración con datos fiables y con cifras nada desdeñables.
El origen, un país nórdico -los reyes de la recopilación de datos-, Suecia. Investigadores de distintos hospitales suecos han revisado 16 años de infartos de miocardio y han analizado la fecha en la que se han producido.
La idea no era sólo comprobar si se producían más infartos en Nochebuena, sino también si los había en Nochevieja o en las vacaciones de verano o Semana Santa. También querían averiguar si los eventos deportivos clave hacían daño al corazón de los más aficionados.
Pero sólo se confirmó la primera de las hipótesis, y la más triste. Alrededor de las diez de la noche del día anterior a Navidad, el riesgo de infarto de corazón se dispara, sobre todo entre las personas más mayores y más enfermas. Los autores atribuyen el fenómeno a un "aumento del estrés emocional".
El aumento no es pequeño, el riesgo de sufrir un infarto es un 37% mayor ese día que los anteriores y posteriores (se revisaron los eventos producidos en los 15 días de asueto navideño).
La hora en la que se produce el pico máximo de eventos es también importante y lo es para España. En Suecia, como en nuestro país es la cena de Nochebuena el acto más importante de las familiares vacaciones en familia.
Sin embargo, los autores ponen pegas a su propio estudio, por el propio carácter de éste. Es un trabajo observacional, luego no se puede establecer una relación causal y no se puede descartar que otros factores más allá de las emociones influyan en los datos.