Si bien es cierto que en anteriores estudios ya se había detectado un vínculo biológico entre el dolor, la ansiedad y la depresión, esta no es la única relación existente en el organismo humano. De hecho, existiría una proteína en particular que habría relacionado la depresión con la obesidad y el dolor crónico, y cuyo bloqueo solucionaría los tres problemas a la vez.
Así lo afirmaría un nuevo estudio presentado en la Reunión Anual de la American Chemical Society celebrada en Orlando, a cargo de Felix Hausch y sus colegas de la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania). La proteína se llama FKBP51, y podría tener el secreto para solucionar tres 'pandemias' a nivel mundial.
Actualmente la depresión, obesidad y dolor crónico son algunos de los problemas de salud más importantes a nivel mundial. Sólo en España, el 21% de los adultos sufre obesidad, según datos de la Sociedad Española de Cardiología. La depresión, por su parte, es la principal causa de discapacidad mundial según la Organización Mundial de la Salud, y España sería el cuarto país europeo con mayor tasa de individuos con dicha enfermedad, siendo alrededor de 2 millones de personas (más del 5% de la población). Finalmente, el dolor crónico en España afecta al 18% de la población, según datos del portal Dolor.
Todas estas condiciones no afectan sobremanera a la población española en particular, sino a nivel mundial en general. En principio no tendrían una relación orgánica entre las tres, pero sí la tienen. La relación es la mencionada proteína de unión a FK506 51 o FKBP51, y bloquearla sería la solución a estos tres problemas de salud, o al menos así ha podido dilucidarse en ratones.
Haush y sus colegas desarrollaron para su trabajo un compuesto que puede bloquear esta proteína en los roedores, logrando aliviar el dolor crónico, mejorando el estado de ánimo y reduciendo la obesidad inducida por la dieta. Y todo de forma simultánea.
En anteriores investigaciones ya se vislumbró un papel importante de la proteína tanto en los casos de depresión y obesidad, como en casos de diabetes y dolor crónico. Por ello Hausch y sus colegas se centraron en ella. De hecho, en estudios anteriores se habría sugerido que FKBP51 puede regular el estrés y el metabolismo, relacionándose así con la obesidad inducida por la dieta, el estrés crónico y las condiciones psiquiátricas relacionadas con el estrés.
Esta proteína se encuentra en diferentes zonas del organismo, tales como el cerebro, los músculos y el tejido graso. Entre sus funciones destaca limitar la absorción de azúcar y restringir la cantidad de grasa que se convierte en grasa marrón o "grasa buena". En otras palabras, FKBP51 es responsable de promover el almacenamiento de grasa (en lugar de quemarla), colaborando así en la obesidad. A su vez, también colabora en las respuestas frente al estrés.
Bloquear una proteína, un trabajo complicado
En el pasado se intento bloquear FKBP51, pero el problema es que se parece mucho a otra proteína, FKBP52. Sin embargo, esta última tiene una función opuesta a la primera.
Finalmente, se pudo desarrollar un fármaco que bloquearía selectivamente a FKBP51: SAFit2, el cual además de solucionar estos tres problemas, ha demostrado ayudar a los roedores a sobrellevar mejor las situaciones estresantes, reduciendo los niveles de las hormonas del estrés y mejorando el estado inflamatorio que promueven tanto el dolor crónico como la obesidad.
Aún así, los investigadores son cautos y sugieren que se debería seguir investigando para poder probar este fármaco en humanos.