La crisis del coronavirus ha dejado miles muertos en todo el mundo, tres de ellos en Europa, con los dos últimos casos confirmados en Italia. En China, epicentro de la infección y donde más muertes está causando el virus, los fallecidos han aumentado en las últimas 24 horas en 109 personas hasta alcanzar los 2.345, mientras que se registraron 397 nuevos infectados hasta un total de 76.288 casos, según ha informado la Comisión Nacional de Salud del país asiático.
Fue el pasado 31 de diciembre de 2019 cuando la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (provincia de Hubei, China) informó de 27 casos de neumonía, incluyendo siete casos graves. Los pacientes se habían expuesto al consumo de carne en la ciudad de Wuhan, pero no se identificaba la fuente del brote, que aún a día de hoy sigue sin estar clara, aunque se relaciona con un mercado de animales de esa ciudad, que fue clausurado.
El 7 de enero las autoridades chinas identificaron como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae, que ha sido denominado SARS-CoV-2. Pero la secuencia genética no fue compartida por las autoridades chinas hasta el 12 de enero, y a finales del mes la OMS declaró el brote Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.
Según alertaron las autoridades sanitarias en ese momento, el estado de emergencia se declaraba "no por lo que pasa en China, sino por lo que pueda pasar en otros países con sistemas más débiles". Y recordaban, que el virus es peligroso principalmente para población de edad avanzada o con dolencias previas que pudieran verse agravadas por la infección. De hecho, dos de las tres personas fallecidas por el momento en Europa tienen 78 y 80 años.
Las otras dos muertes se han producido este fin de semana en Italia. La primera, un hombre residente en la región del Véneto, al que se ha sumado este sábado una mujer residente en Lombardía. Además, diez pueblos del norte del país -lo que suma a más de 50.000 personas- están aislados por prevención y se han confirmado otros 40 infectados.
También esta semana han comenzado a evacuar a los pasajeros del crucero Diamond Princess que dieron negativo por coronavirus. En barco fue declarado en cuarentena el pasado 3 de febrero con unas 3.700 personas a bordo entre pasajeros y tripulantes tras conocerse que un ciudadano honkgonés estaba contagiado del COVID-19. Finalmente, se detectaron más de 300 casos.
En total, fuera de China, hay 1.152 casos en 26 países, y 8 muertes. Aunque el número total de casos fuera de China "sigue siendo relativamente pequeño", según ha explicado este sábado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. Quien ha mostrado su preocupación por el número de casos sin un "vínculo epidemiológico claro", es decir, sin que hayan viajado a China o hayan tenido contacto con un caso confirmado.
España, libre de infección
En España se detectaron dos casos de infectados por el coronavirus que ya están dados de alta. El primero fue un ciudadano alemán que permaneció en aislamiento en el Hospital de La Gomera. El paciente se contagió en ese país tras haber estado en contacto con otro enfermo y fue localizado el pasado 29 de enero junto a otros cinco amigos que dieron negativo en todas las pruebas.
El segundo, estuvo aislado el Hospital de Son Espases, en Palma de Mallorca. Se trataba de un británico residente en Marratxí, que acudió al hospital tras haber mantenido contacto con un afectado en Francia. Poco después, fueron trasladadas al centro hospitalario su mujer y sus dos hijas de siete y diez años, quienes dieron negativo tras las pruebas.
Por otro lado, la semana pasada finalizó la cuarentena del grupo de españoles repatriados desde Wuhan, que estuvieron aislados en el Hospital Gómez Ulla de Madrid para descartar infecciones. Ninguno de ellos presentó síntomas en estos 14 días y todos fueron dados de alta.
En los últimos días, otros casos sospechosos de la enfermedad han quedado descartados, como el de un hombre de 52 años ingresado en aislamiento en el Hospital Regional Carlos Haya de Málaga, al que se le aplicó el protocolo para esta enfermedad después de conocer que había estado en contacto con ciudadanos de Wuhan.
En las últimas semanas, también se ha descartado otros casos sospechosos, como el de un hombre de 52 años ingresado en aislamiento en Málaga, o una mujer que dio negativo en las pruebas después de permanecer aislada en el Hospital Universitario de Álava, Vitoria.
Estragos en la economía mundial
Además de las consecuencias sanitarias, el coronavirus está causando estragos en la economía mundial cuya magnitud tendrá aún que valorarse. En el caso de convertirse en una pandemia global, epidemia del coronavirus Covid-19 podría restar al crecimiento del PIB mundial hasta 1,3 puntos porcentuales, el equivalente a 1,1 billones de dólares (1 billón de euros), una cifra ligeramente por debajo del PIB de España, según las estimaciones de Oxford Economics.
La Comisión Europea también ha alertado del riesgo de que el coronavirus acabe provocando un "efecto dominó" sobre la economía que afecte a la confianza económica y a las condiciones de financiación de la economía mundial. Bruselas señala que el brote de Wuhan constituye un "riesgo a la baja clave" para las perspectivas de crecimiento, aunque "todavía es demasiado pronto para evaluar el alcance de su impacto económico negativo".
Uno de los grandes golpes que ha tocado de lleno a España ha sido la cancelación del Mobile World Congress de Barcelona. Tras las bajas anunciadas por una treintena de compañías tecnológicas y de telecomunicaciones, la organizadora y patronal de las tecnológicas decidió borrar del calendario la feria de telefonía móvil más importante del año.
La cancelación supondrá altos costes para la propia organizadora, así como para las empresas participantes y para la economía de la propia ciudad: se estima que el impacto económico para Barcelona es de unos 473 millones de euros. El Mobile iba a generar unos 13.000 puestos de trabajo entre camareros, cocineros, montadores, carpinteros, limpiadores o personal de seguridad, que ahora se han perdido.
El coronavirus también ha impactado en otros sectores. Algunas aerolíneas como IAG, Lufthansa y Air France - KLM han perdido altura en bolsa. El grupo automovilístico alemán Volkswagen interrumpiría la producción en algunas de sus fábricas en China, su mayor mercado único, hasta el 24 de febrero. La empresa Apple anunció que no cumpliría con las ventas previstas en el próximo trimestre fiscal y alertó a los inversores del impacto que está teniendo el coronavirus en su cuenta de resultados, tanto en ventas como en la producción del iPhone.
También la Asociación Japonesa de Paradeportes (JPSA) ha decidido cancelar un campeonato internacional de boccia previsto para finales de mes y que iba a servir como evento preparatorio para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Y se han suspendido a partir de este sábado cualquier practica del personal voluntario de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Aunque, de momento, la convocatoria continúa en pie.
Además, seis firmas chinas han cancelado su participación en la Semana de la Moda de París, que arranca el 24 de febrero, ante la expansión del coronavirus, según indicó la semana pasada la Federación de Alta Costura y Moda. Y otro de los grandes del sector, la firma Chanel, ha decidido posponer un desfile que debía celebrarse en mayo en Pekín.