A mediodía de este miércoles, España declaraba su segundo caso de COVID 19, la enfermedad provocada por el coronavirus del día, el que hacía el paciente número 10 de la enfermedad en nuestro país -sin contar con los ya curados-. Era algo que se esperaba (de hecho, se prevén más casos), pero con lo que no se contaba es con lo que sucedió después.
El afectado, un hombre de 62 años que ha sido puesto en aislamiento y no reviste gravedad, llevaba varios días ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla con un cuadro de neumonía, según ha explicado en rueda de prensa la portavoz del Comité Asesor del Coronavirus en Andalucía, Inmaculada Salcedo.
Hasta este lunes, al hombre no se le habrían hecho las pruebas del coronavirus porque no cumplía los requisitos para ponerlas en marcha. Pero este martes cambiaban los protocolos del Ministerio de Sanidad para la determinación de personas en investigación por coronavirus y se incluía a la persona "que se encuentre hospitalizada por una infección respiratoria aguda con criterios de gravedad (neumonía, síndrome de distrés respiratorio agudo, fallo multiorgánico, shock séptico, ingreso en UCI, o fallecimiento) en la que se hayan descartado otras posibles etiologías infecciosas que puedan justificar el cuadro (resultados negativos como mínimo para Panel Multiplex de Virus respiratorios, incluyendo gripe)".
Esto, que podría ser una buena noticia -los nuevos protocolos funcionan- se convertía más tarde en una menos buena. Al no haber estado en China, Italia ni ninguna de las otras zonas de riesgo establecidas por Sanidad, el ingresado en el hospital sevillano pasaba a ser el primer caso de transmisión local del coronavirus, el primero no importado y el que puede demostrar que el virus ya circula libremente por nuestro país, como ha sucedido en Italia o en China.
Por eso, es sumamente importante averiguar cómo se infectó el paciente, originario de Huelva. Según cuenta ABC Sevilla, el jueves 12 de febrero este hombre, en plena jornada laboral, comenzó a sentirse mal. Comprobó que tenía fiebre e intentó paliarla con paracetamol, como hacen muchas personas. Pero no notó mejoría, todo lo contrario, por lo que al día siguiente no pudo ir a trabajar. Durante el fin de semana del 15 y 16 de febrero la fiebre fue constante en los 39º, de ahí que fuera visitado en casa por su médico de cabecera. Éste le puso un tratamiento que le provocó una subida de tensión, por lo que le cambiaron la medicación y siguió tratándose en casa.
A la semana de estar enfermo, continúa el rotativo sevillano,el jueves 19, la fiebre no remitía, lo que hizo que sus familiares decidieran trasladarlo al hospital Virgen del Rocío para que allí se sometiera a diferentes pruebas. Estuvo en observación y comenzó a mejorar, pero por la noche volvió a subirle la fiebre, aparte de continuar con una fuerte tos, y se quedó ingresado.
Al día siguiente, el viernes 20, a esta persona la subieron a planta con el convencimiento de que tenía neumonía que estaba comenzando a superar. Sus familiares y amigos le pudieron visitar sin ninguna medida de protección
Por ello, y pesar de que en la noche del domingo 23 ya no tuvo fiebre, en el hospital decidieron aislarlo de forma parcial el lunes 24.
Sus familiares pudieron continuar visitándolo, pero ya sí tenían que ponerse mascarillas antes de entrar en la habitación, aunque en ningún momento pensaron que era por sospechas de coronavirus. Sin embargo el nuevo protocolo obligaba este martes a hacerle la prueba de detección del virus, cuyo resultado positivo transmitieron a la familia este miércoles.
Aunque todavía se desconoce cómo se pudo haber infectado el paciente, que no reconoce contacto tampoco con ninguna persona que hubiera estado en las zonas de riesgo y que pudiera estar sufriendo -y transmitiendo- el coronavirus sin ser consciente de ello, las autoridades sanitarias están trabajando en ello.
Según Diario de Sevilla, este paciente sí asistió a una reunión de trabajo que es en la que en estos momentos se está centrado la investigando como posible causa del origen del contagio. Toda su familia ha dado negativo y se está averiguando si las personas que asistieron a la reunión de trabajo pudieran estar en el centro de la infección.
Todo son incógnitas al que sería el primer paciente en adquirir el coronavirus en España y darles respuesta mejoraría y mucho el manejo de la enfermedad en nuestro país.