En la tarde este lunes eran ya más de 120 los infectados por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, el causante de la enfermedad antes denominada neumonía de Wuhan y ahora COVID-19. Mientras que, en un principio, se temía por el colapso hospitalario por el rápido incremento de la afluencia de pacientes, ahora la situación ha cambiado.
Aunque no todas las comunidades autónomas dan cifras, en muchas regiones ya se prioriza la atención en domicilio de los casos leves -más del 90% en España- sobre la hospitalaria. En Andalucía, los 15 casos declarados hasta hoy están todos en sus casas, incluyendo el paciente 1, que recibía el alta esta mañana y ya se considera curado. En Valencia no se ha hecho público el número de casos, pero fuentes de la Consejería de Salud Universal y Salud Pública explican a este diario que hay varios que ya reciben atención en domicilio, lo que también sucederá en Cataluña a partir de esta semana. En el País Vasco, con diez casos, todos están en casa.
Todos estos afectados por el coronavirus comparten no sólo el nombre de la enfermedad, sino también nivel de gravedad. Se trata de casos leves, que no cursan con distrés respiratorio y que, aunque pueden presentar fiebre, no lo hacen a niveles muy elevados. El tratamiento, en su caso, no difiere en mucho al de una gripe convencional, con medidas encaminadas sobre todo a bajar la fiebre, como paracetamol.
Sin embargo, el foco mediático no se ha puesto en este tipo de enfermos, excepto para el conteo de cifras. Una especialidad de la medicina, de la que poco se suele escuchar de hablar está, sin embargo, detrás del manejo de estos casos. Desde la sociedad que agrupa a estos especialistas, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), se han recordado las medidas que deben seguir los pacientes en aislamiento domiciliario por coronavirus.
¿Pueden tener una relación normal con sus compañeros de casa/ familiares / cuidadores? ¿Tienen que llevar mascarilla? Si viven solos y tienen que salir, ¿pueden hacerlo? Y, si optan por pedir la compra a domicilio, ¿deben recibir al repartidor con mascarilla?
El presidente de la SEMPSPH, Rafael Ortiz, explica a EL ESPAÑOL que las medidas para manejar en casa los casos de coronavirus no son nuevas. "Basta con recordar lo que hacían nuestro abuelos con los casos graves de gripe", puntualiza.
Así, para este experto ha de predominar "el sentido común", un mensaje que se escucha mucho estos días de parte de las autoridades sanitarias. Así, como sucedería con una gripe fuerte, el médico subraya que el enfermo debe de estar -en la medida de lo posible- en la cama o, como mínimo, en casa.
Si el paciente vive con otros familiares, debe evitar el contacto con las personas mayores o aquellas en situación de inmunodepresión, como los pacientes de cáncer o cardiopatías, entre otras dolencias crónicas. ¿Significa esto tener que ir por casa con escafandra? En absoluto.
"El virus se transmite por gotas grandes, superiores a cinco micras, que se transmiten sólo a un metro o dos de distancia", señala Ortiz. Así, bastaría con no acercarse mucho y, si se hace, llevar puesta una mascarilla quirúrgica, que también tendría que vestir el enfermo. Si el paciente vive solo y opta por pedir comida -u otras cosas- a domicilio, bastaría con decirle al repartidor que dejara los paquetes a esa distancia de seguridad.
Respecto al uso de guantes por parte de familiares o cuidadores, el experto destaca que no es necesario de forma habitual, excepto cuando se vayan a tocar superficies donde hayan caído esas gotas, porque la persona sana podría después llevarse las manos a la cara o la nariz.
En general, se trata de que el enfermo haga "una vida normal" poniendo especial empeño en no contagiar, lo que también se consigue de otras formas. Por ejemplo, recomienda la Sociedad, el domicilio del paciente debe contar con una ventilación adecuada. De ser posible, éste debe estar en una estancia de uso individual y, si ha de salir, debe lavarse las manos antes de salir de la habitación.
En cuarto deberá disponer de un cubo de basura con apertura de pedal con una bolsa en su interior para colocar toda la ropa que vaya usando, la cual deberá lavarse con jabón a temperaturas de entre 60 y 90 grados. Antes de sacar la bolsa, ésta deberá cerrarse y no abrirse hasta meterla en la lavadora.
Un mensaje importante que repiten también las autoridades sanitarias es la importancia de lavarse las manos. Pero Ortiz recuerda qué significa eso. No se trata sólo de hacerlo como habitualmente deberíamos, antes de comer y antes y después de usar el baño, sino también "cada vez que se toquen superficies donde hayan podido caer esas gotas con coronavirus".
El especialista en medicina preventiva cree importante destacar que el tratamiento domiciliario de la COVID-19 es "perfectamente seguro" ya que, entre otras cosas, se facilita a los enfermos contactos específicos para que puedan manifestar cualquier cambio en su estado de salud. "Tienen que estar seguros de que se les va a cuidar y que es mejor no ir a un hospital a no ser que sea necesario", concluye.