El bombazo llegaba este viernes de madrugada, cuando Naval Ravikant, uno de los emprendedores más conocidos de Silicon Valley, colgaba un hilo en su cuenta de Twitter con más de 800.000 seguidores. La frase final del primer post era cristalina: "Proteged a los mayores, pero liberad a los jóvenes", decía.
Hasta ahí todo bien, si no fuera por lo que escribía justo encima y seguía desarrollando después: su teoría es que restringir la COVID a los menores de 45 años provocaría sólo seis ingresos hospitalarios y un fallecimiento más que los que provoca la gripe estacional en este grupo de edad.
Con una ventaja adicional; sí sólo se exponen al virus los menores de 45 años, esto implicaría alcanzar antes la famosa inmunidad de grupo o de rebaño que, a la larga, protegería a toda la sociedad.
El argumento de Ravikant se basa en los datos sobre la gripe estacional en EEUU (bastante parecidos a España). De hecho, su primer post comienza con la frase "El COVID-19 no es la gripe" para a continuación desgranar algunos número: que en los menores de 45 años la enfermedad que causa el coronavirus Sars CoV-2 provoca la hospitalización del 1% de los pacientes, mientras que acaba con la vida del 0.014%.
Esto lo compara con las tasas de la gripe estacional que, teniendo en cuenta todas las edades, provoca la hospitalización del 1,5% de los afectados y la muerte del 0,13% de los mismos, sin medidas de aislamientos como las que están en vigor para prevenir el COVID-19.
Puesto que estos últimos datos son tan parecidos a los del COVID-19 en menores de 45 años, de ahí su deducción: no hay que confinar a nadie por debajo de esta edad y sí a los que están por encima. Según continúa explicando, una de 45 años o menos tiene las mismas posibilidades de morir de gripe que de COVID 19.
El emprendedor, muy respetado en el ámbito empresarial y de la tecnología, aclara que no es epidemiólogo, pero que su modelo es "lo más simple que puede ser" y aporta todas sus fuentes, en efecto de organismos reputados en el campo de la salud pública.
Eso sí, él mismo reconoce ciertos problemas si se fuera a poner en práctica su idea, que a él en ningún caso afectaría (nació en 1991). "La parte más dura es diferenciar entre los mayores de 44, ya que algunos tiene comorbilidades -patologías previas- y otros están sanos y fuertes", escribe.
Por supuesto, el emprendedor ha recibido muchísimas respuestas, la mayoría de gente sorprendida de que bautice como mayores a aquellas personas que pasan de los 45 años.
La respuesta de Tomás Pueyo
Pero otro niño dorado de Silicon Valley, el emprendedor español Tomás Pueyo, ha respondido -muy respetuosamente y aclarando que considera "un gran pensador"- a Ravikant. Eso sí, en este caso concreto, opina que está equivocado y que su afirmación es "peligrosa".
En primer lugar, Pueyo le afea los datos, sobre todo el hecho de que sólo provengan de EEUU, un país que no se ha caracterizado precisamente por un elevado testeo de su población, que está en el principio de su epidemia y en el que, afirma, no se conoce la tasa de mortalidad del COVID-19.
Pero después pone negro sobre blanco por qué nunca se podría encerrar sólo a los mayores de 45 años. De hecho, cuestiona en general que las medidas de desescalada se apliquen por edades. Pueyo apunta a que no existe ni una sola cuarentena en la historia que se haya ido levantando según este criterio. Para hacer lo que dice Ravikant habría que, lógicamente, invertir mucho dinero, algo que no es recomendable hacer en algo que no está probado, como sería el caso.
También recuerda que hasta ahora sólo un país puso sobre la mesa la posibilidad de conseguir la inmunidad de grupo por cómo afecta la enfermedad a las distintas edades y fue Reino Unido. Pocos días después y poco tiempo antes de que el propio Boris Johnson enfermara, se echó para atrás.
El hilo continúa y Pueyo sigue señalando fisuras en el plan del emprendedor indioestadounidense. Así, señala que los mayores no podrían vivir completamente aislados, ya que requerirían de cuidadores. Además, se pregunta, ¿qué pasaría con sus hijos y sus familias? 45 años no es, a día de hoy, una edad en la que es raro tener hijos pequeño, ¿acaso ellos también tendrían que estar en cuarentena, como tendrían que hacerlo sus parejas? ¿Y qué pasa si una persona tiene 45 años y está unida a otra menor?
Ya en el aspecto más económico, Pueyo se pregunta quién va a generar riqueza si durante un año y medio o dos -se entiende que la propuesta sólo duraría hasta que llegara una vacuna- el grupo de edad que más la genera, precisamente el de los mayores de 45, no pudiera trabajar.
Pueyo tiene clara su respuesta: es mucho mejor permanecer encerrados algunas semanas más a probar esta excéntrica teoría.