El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha informado este viernes que durante las últimas 24 horas se han contabilizado -que no producido, porque la contabilidad arrastra un retraso de varios días- 585 muertes estimadas por coronavirus. La cifra total de muertos en España por la pandemia alcanza un total de 19.478 óbitos a causa del COVID-19. Sin embargo, un día antes, este jueves, la cifra global en el país era de 19.130 fallecimientos. Si se le sumaran los 585 confirmados por Simón en la rueda de prensa de esta mañana, la suma ascendería hasta los 19.715 muertos.
¿Qué ha pasado entonces? Porque tampoco coincide el número de curados. Sanidad ha informado que hay 3.502 nuevas altas, que tendrían un total de 72.963. Una cifra que contradice radicalmente las 74.797 altas informadas ayer, ya que de ser cierto el número de curados habría descendido violentamente en apenas 24 horas.
Simón ha tratado de ofrecer una explicación convincente: “Estamos tratando de corregir las series para que las fuentes de información sean homogéneas. Había una comunidad (Cataluña) en la que nos apuntaba dos fuentes de información. Los datos han sido coherentes pero en los últimos días ha habido discrepancia y estamos discutiendo con ellos a qué puede ser debido (...) Es muy posible que mañana o pasado mañana, la serie total pueda tener alguna modificación respecto a los datos previos que teníamos".
Es decir, el Gobierno ha comenzado este viernes un nuevo sistema de notificación, por lo que se están actualizando los datos por comunidades autónomas desde el 31 de enero. Ante ello, hay cifras que se están reajustando y presentan un desfase con respecto a las notificadas hasta este jueves.
Para los matemáticos, las cifras de este viernes “son sorprendentes”. Al menos para Inverence, una empresa especializada en big data, que en esta información ya apuntaba que el número total de fallecidos sería de 10.176 más. Es decir, España ya rondaría los 30.000 muertos desde el arranque de la pandemia.
Desde Inverence, empresa a la que de nuevo ha consultado EL ESPAÑOL, destacan los últimos registros de Navarra para ejemplificar el descuadre de cuentas que lleva el Gobierno, al menos hasta la fecha, algo que quiere corregir.
Según los propios datos del Ministerio de Sanidad hechos públicos sobre esta comunidad desde el 14 de marzo, ningún día se había registrado más de una veintena de óbitos a causa del COVID-19. En base a los datos aportados este viernes, Navarra contabilizó 77 muertes sólo en las últimas 24 horas.
Pero, según publica Diario de Navarra, en realidad en las últimas 24 horas se habrían producido 8 muertes en la citada comunidad. Las 69 restantes que sí contabiliza Sanidad (producto de la operación de restarle 8 a 77), “son una cifra errónea”, a juicio de Inverence. En base a los cálculos de esta empresa, que pronosticaba 505 muertos para este viernes, la cifra real sería de 516, la más baja de la última semana.
“En tanto la situación de confusión creada no se aclare, nosotros vamos a proceder como si nuestra interpretación fuese correcta, a lo que concedemos una probabilidad ciertamente importante”, apuntan desde Inverence, que también pone el foco en Cataluña, sobre la que Fernando Simón cabe recordar que ha dicho que “nos apuntaba dos fuentes de información” ya que “los datos han sido coherentes pero en los últimos días ha habido discrepancia y estamos discutiendo con ellos a qué puede ser debido".
Sobre los registros de Cataluña, esta empresa señala que “la Generalitat probablemente ha insistido en proporcionar datos de mortalidad sin que medie el requisito exigido por el gobierno de tener un PCR o test previo”, requisito que España sí exige para contabilizar las muertos en los registros de fallecidos desde el inicio de la pandemia.