La maldita curva que tiene en vilo a toda España va, por fin, aunque muy a poco a poco, descendiendo. La tasa de ingresos en las UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) viene rondando el 2%, algo que da un respiro a los sanitarios, que ya piensan en cómo volver a la normalidad de sus hospitales y a la rutina de antes de la Covid-19, si es que eso es posible en un escenario tan cambiante como el que ha provocado por la pandemia.
En estos momentos, lo más importante son las tareas de limpieza y desinfección diarias, retomar algunas UCI para atender a pacientes con otras patologías, seguir con circuitos separados de pacientes con y sin Covid-19 y continuar y actualizar los protocolos establecidos ante cualquier sospecha de coronavirus.
A pesar del alivio en las UCI (8 autonomías han tenido cero nuevos ingresos en estas unidades, según datos recogidos por Sanidad, a fecha de 22 de abril) la situación es aún compleja en muchos hospitales. Por ejemplo, en el Hospital Clínic de Barcelona con quien EL ESPAÑOL ha hablado para conocer cómo se está haciendo esta "transición".
"A día de hoy (22 de abril) tenemos en torno a unos 80 pacientes en las UCI, pero nuestra capacidad real, en condiciones normales, es de unas 65 camas. Estamos claramente mejor si lo comparamos con el pico álgido de la pandemia, donde hemos llegado a tener en torno a 120 pacientes ingresados, pero no si lo comparamos con nuestra capacidad de siempre. La realidad es que seguimos estando llenos", confiesa Ernest Bragulat, adjunto a la dirección de Urgencias de este hospital, quien asegura que para atender la gran demanda de pacientes se utilizaron algunos quirófanos o se reconvirtieron hospitales de día en unidades de cuidados intensivos.
Otro aspecto importante sobre las UCI, añade este facultativo, es que los pacientes que ya están ingresados tardan más en recibir el alta. "Son enfermos que están en un proceso de estabilidad clínica que de alguna manera hace prever que van a necesitar muchos más días". Sin embargo, es cierto que ya están empezando a habilitar algunas camas UCI destinadas a pacientes con coronavirus, para otras enfermedades. Es decir, "hemos podido reconvertir alguna UCI de Covid-19 en una UCI no Covid", explica Bragulat. Pero para ello se necesita tiempo: las tareas de limpieza y desinfección son claves. La UCI deben estar cerradas unos 2 o 3 días para que la limpieza realmente sea efectiva y, por lo tanto, "esta transición no es fácil".
Urgencias cada vez más llenas
Una de las cosas que más están observando los sanitarios del Clínic es que cada vez acude más gente a Urgencias, es decir, gente que viene sin un cuadro clínico respiratorio, por otros motivos no relacionados con el virus. Cosa que en general, no se veía antes: no se quería ir al hospital por el miedo a un posible contagio.
"Ahora, hay más motivos de consultas por no Covid-19 que por Covid-19. Por eso es importante activar de nuevo los programas y las unidades", afirma Bragulat. Además, a cualquier paciente que vaya a ingresar en el hospital, por el motivo que sea, se le realiza un test PCR. De hecho, también, ya estamos trasformando algunas unidades, tanto de hospitalización como de cuidados intensivos, para poder empezar a incrementar la actividad quirúrgica.
Lo que sí se va a seguir conservando en la diferenciación de circuitos de pacientes con o sin Covid-19, algo que también confirman, desde el Hospital 12 de Octubre de Madrid, otro de los centros sanitarios de referencia de la Comunidad de Madrid que ha tenido que afrontar una situación nunca vista por sus sanitarios.
Sin embargo, quedan muchas cosas aún resolver y el panorama es incierto en algunos aspectos. Por ejemplo, cómo van a empezar a trabajar a partir de ahora en consultas externas u otros servicios. "Muchos de los ascensores tienen capacidad para 15 personas y hay que ver cómo se va a regular eso, cómo se han de sentar los pacientes en las salas de espera, cómo evitar colas, etc. Nos darán directrices de cómo hacerlo pero no podemos basarnos en un modelo de referencia previo para ver cómo se ha hecho antes porque no existe", sostiene Bragulat agradeciendo a su vez, "la labor ejemplar de la gran mayoría de los ciudadanos y de la sanidad privada, que ha ayudado muchísimo, haciendo que remáramos todos a una".
También en la sanidad privada
Y precisamente, tras la ayuda y el trabajo que han realizado, la sanidad privada intenta también volver poco a poco a la normalidad. Y así lo están haciendo en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, tras seis semanas centrados casi exclusivamente en la atención a pacientes afectados por el coronavirus, tanto enfermos habituales del centro como remitidos por otros hospitales de la Comunidad de Madrid, y a casos urgentes de otras patologías.
Según explican a este periódico, "el hospital está sometiendo sus instalaciones a un profundo proceso de limpieza y desinfección y muy en particular a las unidades que van cesando en su atención a pacientes con Covid-19". Este proceso "se complementa con fumigación y en breve se añadirá la higienización final con luz ultravioleta, con los modernos equipos que en breve llegarán desde Canadá".
"Cuando nuestros pacientes habituales vuelvan al hospital percibirán algunos cambios derivados de la necesaria aplicación al hospital de los principios generales de seguridad y distancia social propugnados por las autoridades sanitarias", explica Raúl Barbosa, subdirector médico de este hospital. Por ejemplo, procurando el uso de mascarillas (si el paciente no lleva se la facilitarán en el mismo hospital a la entrada) o reduciendo el aforo de los ascensores. "En los que entraban ocho personas, sólo se permite la entrada de dos en zonas distanciadas y en los ascensores con aforo de cuatro personas sólo se deja entrar a una". Igualmente, cuando se reabra el servicio de cafetería lo hará con un menor número de mesas.
También -añade- "hemos rediseñado todos los circuitos de atención, para establecer una separación total entre la atención a pacientes afectados por COVID 19 de pacientes afectados por otras enfermedades".
Otro frente es simplificar los trámites administrativos y potenciar la atención no presencial en los casos que sea posible. "Para prevenir esperas en los mostradores de admisión, se promoverán la tramitación de citas a través del portal del paciente (APP MI Quirónsalud) y del teléfono. El Departamento de Sistemas trabaja intensamente para, en el corto plazo, hacer una admisión on line o telefónica, de manera que al llegar al hospital el paciente pueda dirigirse directamente a la consulta, sin pasar por Admisión".
"Nuestra meta es generar circuitos diferenciados y muchos puntos de control para mantener la diferenciación de circuitos de atención. Recordamos que cualquier persona con tos, fiebre o síntomas compatibles con el virus no debe acudir al hospital si no son graves y contactar con nuestro centro de forma telefónica", concluye por su parte Jesús Manso, director médico del hospital.