Este sábado 2 de mayo, el Gobierno de España ha dado luz verde al inicio del deporte al aire libre y los paseos cortos incluso para las personas mayores. Eso significa que una gran cantidad de población podrá, de nuevo, no solo poner un pie en la calle, sino también salir a correr.
Es por ello que las mascarillas para correr deben ser un utensilio a tener en cuenta. El problema es que muchos fabricantes han iniciado la venta de sus propias mascarillas, basados siempre en diferentes materiales textiles, como si fuesen la protección ideal. Sin embargo, no es tan fácil.
A pesar de que, por el momento, no es obligatorio llevar mascarilla en España, si es recomendable su uso cuando se va a producir una exposición a otras personas, sobre todo en ambientes cerrados. Eso haría pensar que usar mascarillas para hacer deporte no es algo útil, pero nada más lejos de la realidad: no suele haber un único corredor en solitario por una misma zona, y menos si cabe en las grandes ciudades.
Por qué usar mascarilla para correr
Por el momento existe poca evidencia sobre los efectos que puede tener una mascarilla en cuanto al ámbito deportivo de refiere. No se sabe a ciencia cierta cómo la respiración, el esfuerzo percibido, la temperatura corporal real y percibida o el rendimiento físico se verán afectados, pero sí se sabe que son un utensilio útil para evitar la transmisión y propagación de microorganismos como el SARS-CoV-2.
Lo que sí se sabe, o al menos se sospecha en base a la escasa evidencia actual, es que la transmisión y contagio del nuevo coronavirus al aire libre tiende a ser muy baja. El problema sobreviene cuando, a pesar de encontrarse un individuo al aire libre, se encuentra a su vez entre grandes multitudes. Aún con todo, tanto el uso de mascarilla como el mal llamado distanciamiento social (seguirán siendo los consejos médicos óptimos.
Cómo debe ser una mascarilla para correr ideal: características e inconvenientes
Aunque actualmente existe un enorme mercado alrededor de la fabricación de mascarillas, que también tiene su coto de público en el ámbito deportivo, no todas son igual de efectivas.
De hecho, una mascarilla apta para el ámbito deportivo debería cumplir algunos requisitos prioritarios:
- Ser cómoda y ajustada.
- Usar buenos materiales técnicos. No sirve cualquier material.
- Buena transpiración, evitando la sudoración facial y su acumulación.
- Incluir filtros de protección real, para evitar tanto transmisión como contagio por coronavirus.
Aunque estando al aire libre, con un correcto distanciamiento físico, y evitando las multitudes, incluso una mascarilla de tela casera podría ser suficiente, la mascarilla para correr ideal debería poseer un filtro FFP2 (N95 o KN95 , en su denominación estadounidense o china) o FFP3, sin válvula. Eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de mascarillas son necesarias para el personal sanitario y que se sigue denunciando escasez de material.
Por el momento, dado el escaso periodo de tiempo que llevamos conviviendo con el nuevo coronavirus, no existen estudios científicos respecto al uso de mascarillas para correr y la exposición al mismo. Sin embargo, sí hay trabajos centrados en los efectos de mascarillas pensadas para simular la restricción de aire, como es el caso de los entrenamientos a gran altitud.
En todas estas investigaciones se han llegado a conclusiones similares. Por un lado, algo evidente es que una mascarilla facial provocará una restricción de la respiración en mayor o menor medida, dependiendo del grosor de sus materiales; algo a su vez incómodo y que podrá reducir el rendimiento deportivo.
Por otro lado, incluso sin estar haciendo deporte, se sabe que las mascarillas faciales se humedecen con facilidad ante cada inhalación y exhalación, algo que se multiplicará exponencialmente al realizar ejercicio físico.
A todo esto hay que sumar la posibilidad de que las gafas se empañan con facilidad al llevar mascarilla. Este proceso sería incluso más rápido e intenso durante el ejercicio, aunque existen trucos para evitarlo.
Qué tipos de mascarillas existen
- Mascarillas higiénicas y mascarillas quirúrgicas: Son desechables, no evitan el contagio, pero sí evitan transmitir el virus. Algunas se basan en materiales textiles, y su filtración puede abarcar desde el 40% al 80% aproximadamente.
- Mascarillas FFP2 y FFP3 sin válvula: Algunas son reutilizables y lavables. Sí evitan el contagio, y sí evitan la transmisión del virus. Tienen una filtración de entre el 92% (FFP2) hasta el 98% (FFP3).
- Mascarillas FFP2 y FFP3 con válvula: Algunas son reutilizables y lavables. Sí evitan el contagio, pero no evitan la transmisión; su válvula permite llevarlas más cómodamente y durante más tiempo, pero permiten que el aire exhalado salga al exterior sin ser filtrado, pudiendo transmitir el virus a otros individuos.
De nuevo, recordemos, la mascarilla ideal sería aquella con un nivel de filtración FFP2 o FFP3, sin válvula de exhalación. Aún así, no pueden usarse para siempre, y la mayoría tienen una duración estándar de 8 horas, un rango temporal que puede ser menor si se usan para hacer ejercicio porque se humedecerían mucho más rápido.
Por otro lado, las mascarillas caseras o basadas en diversos tejidos no son inútiles como tal, pero no tienen un nivel de filtración homologado. Por el momento existen pocos estudios al respecto, pero un trabajo reciente sugiere que una buena opción sería usar mezclas de tejidos o "telas híbridas": algodón-seda, algodón-gasa, algodón-franela; y siempre con diversas capas de los mismos. En total, dichas mezclas de telas y capas podrían otorgar hasta una eficiencia superior al 80% de filtración frente a las particulas de coronavirus.
Dudas frecuentes sobre mascarillas para correr
Para finalizar, existen algunas dudas frecuentes sobre los tipos de mascarillas para hacer deporte que están empezando a copar el mercado actual.
Filtración y válvulas en mascarillas: si bien es cierto que muchos de los modelos actuales se anuncian como "antipolución", "antisalpicaduras" o "anticontaminación", no suelen arriesgarse a sugerir que sus modelos pueden evitar el contagio por microorganismos. Y, si se diese el caso, deberían aportar algún tipo de homologación como los mencionados filtros FFP2 o FFP3, que sirven tanto para evitar la transmisión como el contagio, siempre que no lleven válvula.
Materiales textiles: aunque algunos materiales textiles pueden ser más adecuados que otros a la hora de hacer deporte, en el caso de las mascarillas la característica principal a tener en cuenta es su capacidad de filtración, además de su comodidad y ajuste. No vale cualquier material. Además, deberían usarse mezclas de materiales y diversas capas, como sugiere el trabajo más reciente al respecto.
Mascarillas anticontaminación y coronavirus: algunas mascarillas anticontaminación, con filtros de carbón activado recambiables, han cobrado protagonismo durante las últimas semanas. Sin embargo, estos filtros sirven de forma específica para evitar dicha contaminación (polvo, niebla, salpicaduras, olores), pero no para evitar el contagio o transmisión del virus, pudiendo dar lugar a una nueva falsa seguridad. Este tipo de mascarillas no serían las indicadas como protección frente a microorganismos.
Lavar las mascarillas: algunas mascarillas son lavables, y no siempre deben desecharse tras su uso. Dicho cuidado de la mascarilla debe indicarse en su caja o etiquetado por parte del fabricante. Así mismo, las mascarillas caseras en general, basadas en tejidos comunes, también son lavables y reutilizables.