La vacuna china eficaz en monos que se desarrolló con sangre de un infectado en España
Una biotecnológica china produce una vacuna que protege del coronavirus a los macacos y otros animales, paso previo a que se pruebe en humanos.
12 mayo, 2020 02:16Noticias relacionadas
La carrera para el desarrollo de una vacuna segura y eficaz frente al Sars CoV-2, el nuevo coronavirus, se prevé larga y complicada. Hay más de 70 candidatos en el listado que la OMS maneja como inmunizaciones prometedoras, entre ellas dos españolas.
Antes de que llegue la ansiada noticia a los medios, tendrán que darse muchos pasos intermedios: que la vacuna inhiba el virus en laboratorio, que se demuestre eficaz en animales y, sólo después, que entre en fase clínica con humanos: primero se probará que sea segura, después se estudiará la dosis y, por último, se comprobará su eficacia en un ensayo multitudinario.
La semana pasada, la revista Science recogía una buena noticia, que a algunos les podrá no parecer suficiente, sobre todo tras leer que la una vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford ya se está probando en humanos, como otras tres elaboradas en EEUU y dos en China.
Avance prometedor
Pero sí se trata de un avance prometedor. Una vacuna desarrollada por la empresa china Sinovac Biotech pasaba su particular primera prueba de fuego y demostraba ser eficaz protegiendo a ocho macacos, primates no humanos, de la infección por el nuevo coronavirus, además de hacerlo también en ratas y ratones.
Para el desarrollo de PiCoVacc -así se llama el compuesto candidato- los investigadores de Sinovac Biotech aislaron 11 muestras de coronavirus provenientes de 11 pacientes de distintas nacionalidades repartidas entre Asia y Europa.
La vacuna experimental fue inyectada en distintas dosis a ocho macacos rhesus. Tres semanas más tarde se contagió con coronavirus Sars CoV-2 a los especímenes y se comprobó que el tratamiento inducía nuevos anticuerpos neutralizadores capaces de reaccionar hasta a diez mutaciones del virus.
Lo curioso del experimento, más allá de que se trata de un avance importante, es que una de las muestras de coronavirus venía de España.
Según explica a EL ESPAÑOL Pearson Liu, director de relaciones públicas de la empresa, no se trata de una muestra de virus que les hubieron enviado desde España, sino de la recogida a un paciente chino que había regresado desde nuestro país a la provincia de Zhejiang y allí se le había diagnosticado el Covid-19.
"Es lo que llamamos un caso importado", comenta a este diario. Los investigadores inactivaron las 11 muestras del virus y decidieron cuál de ellas era más apta para desarrollar la indemnización que iban a probar con animales.
Finalmente, la muestra española no fue la escogida, sino una de un paciente contagiado en China. La vacuna se hizo, con el procedimiento habitual de desactivación viral que dan lugar a vacunas frente a otras enfermedades y se probó en los macacos.
Incógnitas
Fue la dosis mayor del compuesto la que se mostró más eficaz, ya que los animales vacunados con ella resistieron la infección tras ser expuestos a distintas cepas del virus, que no llegaron a infectar a ninguno de los monos.
Eso sí, la forma de administración debería de cambiar si el producto se testara en humanos puesto que, en este experimento, se inyectó directamente en los pulmones de los primates.
Estos resultados publicados en una de las revistas científicas más importantes del mundo dan pie a los autores a asegurar que el producto cumple las características para ser investigado en humanos, que sería el siguiente paso para su posible comercialización.
El problema al que se enfrentan ahora estos investigadores chinos, como otros grupos de otros países, es que el virus ha reducido su circulación en China, al igual que en otros lugares. Si la vacuna demostrara ser segura y eficaz en las primeras fases de la investigación clínica, podría ser difícil probarla a gran escala al no haber virus frente al que actuar.