Madrid no consigue frenar la expansión de la Covid-19 y se encuentra en una situación crítica. La comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso ha visto cómo el número de contagios en las últimas semanas, lejos de remitir, ha seguido aumentando de forma dramática, con el consiguiente incremento en el número de hospitalizados y fallecidos. Mientras que Cataluña y Aragón -las zonas más afectadas durante los meses de julio y agosto- han conseguido estabilizar su situación, Madrid es desde hace algún tiempo el epicentro de la Covid en España, con una incidencia del virus realmente dramática para una región con una gran densidad de población y en la que acaba de comenzar el curso escolar.
Hubo un momento allá por finales de agosto en el que parecía que la situación se calmaba en Madrid. Pese a los avisos de retrasos en determinados laboratorios y las quejas de varios pacientes que esperaban el resultado de su PCR, se podía afirmar que la curva ya estaba casi completamente plana. De la última semana de agosto a la anterior, el crecimiento fue casi nulo: un 1-2% a la espera de resultados definitivos. Sin embargo, todo parece haberse desbocado de nuevo, con un incremento sostenido en estas dos primeras semanas de septiembre que no apunta a nada bueno.
Para empezar, vamos a dar los datos crudos: de viernes a lunes, y teniendo en cuenta que los sábados y domingos la actividad se reduce prácticamente a hospitales y los casos bajan mucho, Madrid ha registrado 11.370 nuevos casos que ha ido fechando en distintos días. El viernes 4, con 4.355 casos diagnosticados, y el martes 8, con 4.094 encabezan ya la lista de días con más PCR positivos desde que empezara la pandemia. No hay consuelo en el resto de los días: si damos por última más o menos consolidada la semana del 3 al 9 de septiembre, nos encontramos con 19.226. Cuando se acaben de fechar todas las pruebas pendientes, superará ampliamente los 20.000, es decir, casi 3.000 por día. Una barbaridad.
El asunto hasta ahora había sido minimizar la situación comparándola con marzo y recurriendo tanto a la baja prevalencia hospitalaria como al bajo índice de mortalidad. Cada vez es más difícil hacerlo: este fin de semana ha habido 925 ingresos hospitalarios, más de 300 al día, y 90 fallecimientos, solo 33 en el día de ayer. Aunque es muy probable que mañana baje por efecto de las altas aún no registradas, la prevalencia hospitalaria se sitúa en el 21% del total de camas: 2.583 pacientes ingresados en planta más 345 en la UCI. Aunque es difícil dar con la cifra exacta y el cálculo hay que hacerlo a ojo, es fácil ver por el gráfico de abajo que el viernes hubo cerca de 400 ingresos, el número más alto desde el 20 de abril.
Como ya hemos explicado numerosas veces, el número de hospitalizaciones, camas UCI y fallecimientos no puede bajar hasta que antes lo haya hecho el de contagios. Mientras el virus se siga transmitiendo a esta velocidad, resulta de todo punto imposible pensar en reducir en otras instancias. No es un problema de Madrid solamente. La situación en España pasa de castaño oscuro: el ministerio de Sanidad ha introducido 27.404 nuevos casos en solo tres días, la prevalencia hospitalaria alcanza el 8,5% (ha subido un punto porcentual en un fin de semana) y el número de muertos, según las CCAA, supera ampliamente los 500 semanales.
Todos los indicadores son negativos: la positividad (número de tests positivos por PCR realizado) pasa del 11,8% al 12,6%. En Madrid, supera el 20%, aunque es probable que en dicha comunidad el cálculo se esté realizando sobre persona y no sobre test. Ya sabemos que a lo largo de una semana, una persona puede hacerse varios tests por distintas necesidades.
Hay más comunidades sufriendo: Murcia, Navarra y Castilla La Mancha suben por encima del 40% semanal. Ya dijimos el pasado viernes que eran objeto de nuestra atención. Es un crecimiento intolerable a estas alturas de la partida. Casi una burla para la salud pública. Este brote empezó a mediados de julio y de eso han pasado dos meses. Nadie quiere un confinamiento total, pero, ¿de verdad que ninguna administración ha tenido tiempo de tomar ninguna medida intermedia en todo este tiempo más allá de determinados confinamientos quizá demasiado quirúrgicos?
Incluso Aragón, que parecía haber controlado su situación vuelve a subir esta semana con respecto a la pasada. Solo Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana y Andalucía están por debajo de los 150 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La cifra de alerta es 100. Solo Asturias cumple con el requisito internacional.
Para que no se diga que el periodismo consiste tan solo en dar malas noticias, también hay algún dato positivo: la situación en Canarias, País Vasco y La Rioja parece calmarse tras llegar a incidencias por encima de los 350 casos por 100.000 habitantes. Cataluña sigue estable con ligera tendencia a la baja, aunque transmite con cierto retraso y es difícil analizar con seguridad la situación. Algo parecido pasa con Baleares. Vienen semanas muy duras incluso tomando medidas drásticas. Sin tomarlas, las semanas serán meses. Siempre hemos dicho que no estamos en marzo, pero el empeño en conseguir llegar a esas cifras y no parar hasta lograrlo es encomiable. La vuelta al cole aún no está registrada en estos datos. Sí lo está la vuelta a oficinas y lugares cerrados. Cuiden mucho la ventilación y procuren llevar siempre mascarilla en interior.