Más de 16.000 profesionales sanitarios y científicos han firmado una declaración que aboga por un enfoque alternativo para tratar la pandemia de COVID-19. La llamada 'Declaración de Great Barrington' por la localidad estadounidense en la que fue redactada, se publicó el pasado 5 de octubre y ha sido impulsada por tres epidemiólogos y expertos en salud pública de las prestigiosas universidades de Harvard, Oxford y Stanford.
Se trata de Martin Kulldorff, profesor de Medicina en Harvard; Sunetra Gupta, profesor de epidemiología teórica en Oxford; y Jay Bhattacharya, profesor de Economía y Medicina de Stanford. Los tres describen su "abordaje" de la pandemia como el principio de "Protección Focalizada".
"Viniendo tanto de la izquierda como la derecha, y de alrededor del mundo, hemos dedicado nuestra profesión a proteger a los demás. Las políticas de lockdown actuales están produciendo efectos devastadores en la salud publica a corto y largo plazo", reza el texto de la Declaración traducidos al castellano.
"Los resultados (para mencionar algunos) incluyen tasas de vacunación más bajas, empeoramiento de los resultados de enfermedades cardiovasculares, menos detecciones de cáncer y el deterioro de la salud mental—conduciendo a un mayor exceso de mortalidad en los próximos años, siendo la clase trabajadora y los miembros más jóvenes de la sociedad sobre quienes recae el peso más grande de estas medidas. Mantener a los niños fuera de las escuelas es una grave injusticia".
Dado que una persona en la tercera edad tiene una posibilidad 1.000 veces mayor de morir por COVID-19 que un joven, una aproximación "estratificada por edades" podría permitir un reparto más adecuado de los recursos para centrarse en los pacientes de alto riesgo y ancianos, permitiendo a las personas sanas mantener abiertos los comercios y a niños y adolescentes seguir asistiendo a escuelas e institutos.
La Protección Focalizada reduciría los "daños colaterales" de los confinamientos, incluyendo las muertes por suicidio, una reducción de la inmunidad en la infancia, y los incrementos en la violencia machista y los abusos familiares.
Según Gupta, el aumento de la desnutrición en el mundo ha sido una de las consecuencias de los confinamientos, tal y cómo destacaba un informe de Oxfam que reportó que los cierres de fronteras, las cuarentenas y las restricciones de viajes han interrupido las cadenas de suministros de alimentos. Esto se refleja en un riesgo de 12.000 muertes por hambre diarias, superiores a los 10.000 muertos por COVID-19 que se registraron en todo el mundo el 2 de abril.
Según Kulldorff, la Protección Focalizada permitiría a la población de bajo riesgo mantener la actividad y eso ayudaría a las comunidades a alcanzar una inmunidad de rebaño más rápidamente, lo que a su vez contribuiría a reducir la duración y la intensidad de los confinamientos.
En contraposición a la postura de la OMS, que calificó como "tragedia" la búsqueda de una inmunidad grupal a costa de sacrificar a los más vulnerables, Kulldorff insiste en que "no se trata de una estrategia, sino una realidad biológica que llegará tarde o temprano, ya sea de forma natural, mediante la vacuna, o con ambos".
El académico apoya incluso el controvertido método sueco en el que apenas se tomaron medidas de contención al coronavirus confiando en que su propagación fuera lo bastante lenta como para alcanzar la inmunidad de rebaño, algo que se ha saldado con una elevada mortalidad entre los mayores. Con todo, Kullldorff insiste en que hubo "cero muertes" en los niños entre 1 y 15 años que no dejaron de ir a la escuela, y que la tasa de mortalidad en Suecia es ahora inferior a la de EEUU. Este es el método, asegura, que ha tenido ocasión de presentar a la administración de Donald Trump.
Críticas
Consultado por The British Medical Journal, Stefan Baral, epidemiólogo de la Johns Hopkins University, asegura que no ha firmado la Declaración pese a oponerse él también a los confinamientos. El especialista lamenta que no se hayan detallado los pasos concretos que permitirían la "Protección Focalizada" de los más vulnerables, y que en ese contexto, es "preocupante" que ya se hayan reunido con la Casa Blanca.
Según Baral, estos pasos son tres: 1) eliminar cualquier barrera a la asistencia sanitaria pública; 2) bajas pagadas para cualquier enfermo de Covid-19; 3) y medidas de apoyo en el hogar para familias en las que conviven múltiples generaciones. "Suecia ha dado la baja desde el primer día. Te la tomas por enfermedad y no tienes que preocuparte de si vas a poder cenar esa noche. En EEUU, si no vas a trabajar, tu familia se puede quedar sin comer".