Días raros en la notificación de datos en España. A la anomalía del "medio puente" del 2 de noviembre hay que añadir que Cataluña -una de las comunidades más afectadas por esta segunda ola- lleva dos días notificando con retraso. Es complicado hacerse una idea exacta de lo que está pasando aunque, siendo optimistas, podemos percibir una tendencia al frenazo en el crecimiento a corto plazo.
Insisto en que hay que esperar a ver qué pasa cuando se normalice todo, pero la incidencia acumulada de 7 días baja y se coloca en 16.289 casos por día, lejos de los 17.733 de media que nos dan los últimos 14 días. Hay seguro un efecto de día festivo en esta bajada, pero veníamos de dos semanas de subidas tremendas así que cualquier respiro, aunque sea dudoso, es de agradecer.
Si miramos los datos a largo plazo, es decir, los de las últimas dos semanas, nos encontramos con que 13 de las 19 CCAA suben. No es una gran noticia, sobre todo porque la bajada en las otras seis parece tener algo de "ruido" producido por atrasos en notificaciones. En cualquier caso, veníamos de subir al 35% y ahora según los datos del usuario de Twitter @ngbpadel2 lo hacemos al 21%. Si esto es una tendencia o un artefacto, lo averiguaremos a lo largo de la semana.
El objetivo hasta el pasado viernes era no subir de 25.000 casos notificados al día. Pongamos que el objetivo este viernes sea no pasar de 30.000 y esperemos tener suerte. Madrid sigue estable en su bajada, más llamativa en casos detectados que en hospitalizaciones, pero sólida durante ya seis semanas. Mientras siga así, hará de ancla a la explosión de las demás cifras nacionales. Hasta 12 comunidades autónomas superan los 500 casos por 100.000 habitantes. Tres de ellas (Aragón, Melilla y Navarra) superan los 1.100.
Las cifras de ingresos deberían de ser más fiables, aunque también pueden verse un poco alteradas por una cuestión burocrática: la gente ingresa igual un domingo que un jueves… pero no siempre hay alguien el domingo para meter ese ingreso en el ordenador. Los dos días de esta semana han visto un total de más de 4.200 nuevas hospitalizaciones, lo cual es muchísimo se mire como se mire.
Si a eso le sumamos que en fin de semana apenas se incluyen altas hospitalarias -lo mismo: no es que no se den en los hospitales, es que tardan un tiempo en aparecer en los registros-, nos encontramos con que la prevalencia total roza los 20.000 pacientes Covid cuando hace una semana eran poco más de 16.000, un aumento de casi un 25%.
Si nos fijamos en las UCI, la subida también es alarmante: de 2.163 pasamos a 2.754. Casi 600 pacientes más en estado crítico en una sola semana. Hay seis comunidades autónomas que tienen más del 40% de sus camas UCI ocupadas solamente por casos Covid. Y eso siendo muy generosos en la consideración de lo que es una cama UCI.
Con todo, el dato que más preocupa es el de fallecidos. Desde hace semanas venimos alertando de que Sanidad notifica con retraso porque el proceso burocrático es muy laborioso y requiere de que las comunidades rellenen una ficha completa por paciente: desde el inicio de los síntomas a la fecha de defunción. Las comunidades a menudo se saltan tanto papeleo y por eso han ido dando cifras muy superiores a las del ministerio con adelanto.
Ahora bien, esa tendencia se va ajustando si tenemos en cuenta no ya las muertas fechadas (Sanidad sigue dando "solo" 832 fallecidos semanales) sino las muertes que entran en el acumulado, aunque pertenezcan a semanas pasadas. En ese sentido, de martes a martes, Sanidad ha añadido 1.464 defunciones en sus informes, es decir, 210 por día.
Esta cifra cuadra mucho más con la que van dando las comunidades autónomas y recopila el usuario de Twitter @homosensatus. Es una cifra tremenda, que, no sé por qué, rara vez se menciona en los análisis. Teniendo en cuenta que sigue habiendo atrasos y que la tendencia es claramente al alza (y lo será mientras sigan subiendo los casos detectados; de hecho los fallecidos han subido incluso en períodos esporádicos de bajada de contagios), lo normal sería que pronto estuviéramos en 250 muertos notificados al día.
Esto no quiere decir que los 250 hayan muerto ese mismo día o el anterior. Simplemente quiere decir que el Ministerio va notificando defunciones según van llegando y algunas pueden tardar mucho tiempo, como sucede con todos los parámetros.
No hay que ser un genio de la matemática para proyectar que 200-250 muertos diarios deberían ser 6.000-7.500 muertos en noviembre. Pongamos 7.000 como punto medio. Es muy difícil bajar eso porque nada apunta a una reducción en ningún indicador. Si no bajan los contagios, no bajan los ingresos ni baja la prevalencia hospitalaria, es imposible que bajen los fallecidos.
Con una tasa de fatalidad por caso en torno al 1,5% (en Madrid supera el 2%, pero es que en Madrid hay una infradetección de caballo), si seguimos detectando unos 250.000 casos por día, es difícil pensar que tendremos menos de 350-400 fallecidos diarios en algún momento del camino.
Lo que no sabemos es durante cuánto tiempo seguiremos así o peor. Si se toman medidas muy estrictas en los próximos días, es posible que veamos una pequeña bajada a finales de noviembre o principios de diciembre. De lo contrario, es probable que nuestras previsiones se queden cortas. Esperemos que no.