Aunque se ha planteado recientemente que tomar aspirina podría prevenir o retrasar la aparición de la demencia en las personas mayores, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se hace eco de una revisión Cochrane que concluye que ni la aspirina, ni otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden prevenir esa patología. Al contrario, tomarlos más allá del uso recomendado puede aumentar la aparición de efectos adversos.
La demencia, explica la organización, es "un problema de salud muy importante, especialmente en países con poblaciones cada vez más envejecidas como es el caso de España". Aunque algunos enfoques dietéticos y los hábitos saludables se han vinculado con un retraso en su aparición, no existen a día de hoy tratamientos preventivos ni curativos.
"Aún no se sabe bien cuáles son los mecanismos implicados en el desarrollo de la demencia, aunque se sabe que en parte se debe a un proceso inflamatorio. Si esto es así, si la inflamación está involucrada, al menos en parte, en el desarrollo de la enfermedad... ¿serviría para algo tomar medicamentos antiinflamatorios?", plantea la OCU.
Dicho de otro modo, ¿podrían la aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) impedir la aparición o la progresión de la demencia? "Esto es precisamente lo que se plantearon averiguar los autores de una revisión sistemática Cochrane recientemente publicada", se hace eco la organización. "Lamentablemente, la respuesta ha sido que no".
La revisión de la literatura científica descubrió cuatro ensayos clínicos dónde se comparaba la eficacia de cuatro AINE (aspirina, celecoxib, naproxeno y rofecoxib) para prevenir la aparición de demencia, frente a la eficacia de un medicamento placebo. La suma de los cuatro ensayos clínicos suponía un total de más 23.000 participantes adultos, todos ellos sin diagnóstico previo de demencia.
Ninguno de los ensayos clínicos encontró que estos medicamentos tuvieran eficacia alguna en la prevención de la demencia. Sin embargo, se descubrió que, en los pacientes que dentro del ensayo clínico fueron asignados a tomar alguno de estos AINE, aumentaban la aparición de daños relacionados con los efectos adversos típicos de estos fármacos: hemorragias y problemas gastrointestinales de naturaleza leve (náuseas, gastritis y dolor abdominal), pero también problemas gastrointestinales más graves, como úlceras, hemorragias gástricas y perforaciones de estómago.
"El grado de certeza de la evidencia científica depende siempre de lo bien que estén diseñados y desarrollados los estudios científicos en los que se sustenta", explica la OCU. "En este caso, de los cuatros ensayos clínicos revisados, uno de ellos proporcionaba un grado de certeza alto, otros dos un grado de certeza moderado y uno un grado de certeza bajo".
"Lamentablemente, la conclusión ha sido que ni la aspirina ni otros medicamentos de la familia de los AINE ayudan en la prevención de la demencia y que, por el contrario, aumentan el riesgo de sufrir los eventos adversos típicos de esta familia de medicamentos. Por tanto, a quien aluda a las bondades de la aspirina para evitar sufrir demencia hay que contestarle, a la luz de la evidencia científica, que eso #Nocuela", concluyen.