Existen multitud de test disponibles para detectar la infección activa por el SARS-CoV-2 o "nuevo coronavirus" en España. Hasta ahora, las dos usadas de forma oficial por el Sistema Nacional de Salud son los test de antígenos y las pruebas PCR, ambas basadas en muestras de fluídos respiratorios que se obtienen mediante hisopos vía nasal.
Sin embargo, estas no son las únicas pruebas disponibles, dado que ya se está empezando a estudiar la posibilidad de usar pruebas rápidas de saliva sin requerir el incómodo hisopado. También se realizan pruebas sanguíneas o serologías para detectar anticuerpos contra el coronavirus.
Pero, una vez más, China ha ido más allá: las autoridades sanitarias chinas han empezado a usar hisopos anales para identificar restos de coronavirus en el tracto intestinal, argumentando que sería un método más eficaz que las actuales PCR y test de antígenos vía nasal.
No es el único país. España también habría adoptado esta forma de detección del coronavirus, tal y como confirmó a Europa Press una fuente del Servicio Gallego de Salud (Sergas), que ya opta por este método para pacientes hospitalizados con "alto compromiso de la vía aérea", además de recién nacidos o pacientes con "poca colaboración o en situación de agitación". Respecto a los recién nacidos, se valora la "dificultad de contención de la cabeza del niño y las peculiaridades de la anatomía de la vía aérea".
Pero mientras en España se trata aún de una prueba excepcional, según el medio local South China Morning Post las autoridades sanitarias chinas han iniciado una campaña de pruebas mediante test rectales en aquellos barrios de Pekín en los que se han confirmado previamente casos de Covid-19.
Según el subdirector del departamento de enfermedades respiratorias e infecciosas del Hospital You An de Pekín, Li Tongzeng, este método sería incluso más eficaz que las pruebas nasales ya conocidas.
El argumento de Tongzeng es que los rastros del coronavirus permanecen durante más tiempo en el tracto gastrointestinal que en el tracto respiratorio, motivo por el cual el análisis de los restos de heces sería un mejor método que el análisis de restos respiratorios.
Con todo, el especialista no ha comentado nada acerca de la incomodidad del método o la vergüenza que pueden sufrir los pacientes sometidos a esta prueba invasiva. En este caso, los funcionarios han tomado muestras rectales de residentes de lo vecindarios más afectados la capital china durante la semana pasada.
Actualmente varias ciudades del norte de China ya han sido completamente aisladas, dando lugar a campañas masivas de test en todo el país, aunque se han realizado principalmente usando los conocidos hisopos de garganta y nariz.
Con el nuevo método, se usa un hisopo de algodón de unos dos o tres centímetros empapado con solución salina en el ano, durante varios segundos, con el objetivo de recoger restos de heces que se analizarán posteriormente.
Como cabía esperar, el nuevo método no ha sido del agrado de los residentes, los cuales han mostrado su descontento en la red social Weibo. La mayoría se han quejado de lo invasiva que es este tipo de prueba, calificándola como "humillante". Hasta el 80% de las personas que han sido encuestadas sobre el nuevo test aseguran estar en contra de su uso, por muy eficaz que sea.
Tongzeng aseguró en la televisión estatal de China que este método no será de los más usados, pero ha explicado que puede ser una alternativa en determinados escenarios, aunque no ha detallado en qué grupos clave podría darse el caso de que realizar un test anal sea mejor que uno nasal.
Actualmente China ha aumentando progresivamente los requisitos para las llegadas de viajeros internacionales con el objetivo de reducir la transmisión nacional a cero. Además, también ha reducido las restricciones en los viajes a nivel nacional, llegando a prohibir la entrada a ciudades como Pekín, sobre todo en las áreas de riesgo medio o alto.
Por el momento, las llegadas al país deben precederse por pruebas PCR negativas y mantener una cuarentena de al menos 14 días en un hotel designado tras la llegada; aunque algunas ciudades han puesto más requisitos añadidos a dicha cuarentena, dependiendo del riesgo.