El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, confirmaba este viernes que se había detectado el primer caso de la variante ugandesa del coronavirus. "Hay que ser muy cautelosos", ha indicado, porque se trata de un caso local.
Esta cepa, cuyo primer caso fue identificado en Uganda, aparece ahora en Andalucía a partir de un caso local. El asesor de la Dirección General de Salud Pública de la Junta Nicola Lorusso, afirma, en conversación con EL ESPAÑOL, que: "Este no es un caso importado como ocurrió con la cepa sudafricana".
Entonces, fue un cooperante que volvía de un país del continente africano quien importó a Andalucía la mutación del Sars CoV-2. Ahora, según Lorusso, este caso "nos indica que no podemos descartar que podamos encontrar más casos que puedan compartir esta misma variante".
El primer caso diagnosticado dejaba a otras dos personas aisladas por contacto estrecho. Al varón de 35 años que fue diagnosticado este jueves se han sumado otros dos hombres, uno de 51 y otro de 90.
Según ha informado la Consejería de Salud y Familias, "este último ha fallecido sin que este hecho se achaque a una mayor mortandad de esta cepa con el resto de variantes conocidas". En cuanto a los dos casos restantes, "mantienen buena evolución clínica y se encuentran en aislamiento domiciliario siguiendo el protocolo habitual para cualquier caso confirmado".
Por su parte, Lorusso indica que la cepa de Uganda "es más transmisible, y sabemos que fue en ese país donde se detectó por primera vez". Ha sido en Reino Unido donde más se ha secuenciado esta variante. "Allí no es predominante, pero en territorio africano está teniendo una tendencia expansiva".
En Reino Unido, como en Andalucía, la cepa que más presencia mantiene es la británica: "En Andalucía hay zonas donde se supera el 80% de prevalencia de la variante británica".
La cooperación, clave
La detección de esta nueva cepa en Andalucía ha sido posible, según Lorusso, gracias al trabajo de secuenciación genómica que se realiza en los dos hospitales de referencia de la comunidad: el Virgen del Rocío de Sevilla y el San Cecilio de Granada.
"La Comisión Europea está impulsando que se aumenten las muestras para disponer cada vez de más información de estas variantes". Este punto es especialmente: "El aumento en las muestras permite detectar y monitorizar el impacto que tienen las nuevas cepas", indica Lorusso.
En ese sentido, Lorusso indica que la cooperación es clave. La participación de profesionales de diferentes áreas, desde epidemiólogos a bioinformáticos, permite tener una visión amplia del desarrollo de la pandemia y de las distintas variantes.
En el caso de Andalucía, la comunidad "ha puesto en marcha distintas estrategias para conocer y acercarnos a la realidad de la circulación de las variantes" en el territorio. En este sentido, Lorusso habla de tres cepas que son de especial importancia: "La británica, la sudafricana y la brasileña".
La secuenciación implica "abrir el libro de instrucciones que permite ver el funcionamiento de una nueva variante". Es decir, permite ver todas las mutaciones y, en función del genoma, mostrar las diferencias que permiten categorizar y caracterizar a cada mutación.
Un mejor transmisión, la virulencia o la gravedad de las enfermedades que provocan, hace que sea constante la monitorización de esas variantes. Ahora se suma la ugandesa.
"La variante británica y la ugandesa, tienen mutaciones distintas, pero en los dos casos, estas mutaciones han dado como resultado una transmisión muy alta".