El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha determinado a partir de los primeros resultados del ensayo 'CombiVacs', realizado con pacientes de cinco grandes hospitales españoles, que es favorable a administrar una dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech en personas que hayan recibido previamente la primera dosis de AstraZeneca antes de que su aplicación se suspendiera en su grupo de edad por la aparición de casos "raros pero peligrosos" de trombosis.
"Los títulos de anticuerpos en el grupo vacunado por Pfizer tienen un incremento de más de 123 veces frente a la situación base, constante a lo largo de 14 días" frente al grupo de control, explica María Teresa Pérez Olmedo, responsable del Laboratorio de Serología, Centro Nacional de Microbiología, ISCIII. En los ensayos con cultivo celular para determinar su capacidad neutralizante del coronavirus también se observó un importante incremento, por lo que los investigadores determinan que la combinación es "segura y altamente inmunogénica".
Durante los siete días posteriores a la administración de la vacuna, la reactogenicidad general se manifestó en más de un 40% de casos de cefalea y malestar general, pero solo un 2,5% de casos de fiebre. "Son prácticamente superponibles" a la vacunación completa con Pfizer, según Magdalena Campins, jefa de Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología, Hospital Vall d’ Hebron (Barcelona). En un 68% de los casos, los pacientes calificaron los síntomas de "leves", y en un 30%, "moderados".
El ensayo cuenta con más de 600 participantes menores de 60 años, parte de los dos millones de españoles, según los organizadores del ensayo, que llevan esperando varias semanas la aplicación de su segunda dosis de Vaxzervia, nombre comercial de la vacuna de Astrazeneca. En la Comunidad de Madrid, se realiza el Hospital Universitario La Paz y el Hospital Clínico San Carlos; en Cataluña, el Hospital Universitario Vall d'Hebrón y el Hospital Clínic de Barcelona; y en el País Vasco, el Hospital Universitario Cruces. El Laboratorio de Serología del Centro Nacional de Microbiología centraliza como laboratorio los resultados del estudio.
"Partíamos de la hipótesis de que la administración de una segunda dosis heteróloga de una vacuna de ARN mensajero en personas que habían recibido de ocho a doce semanas antes una primera dosis de Astrazeneca tendría una respuesta inmune importante a los catorce días", ha explicado Luis Castaño González, director científico del IIS Biocruces, Hospital de Cruces, Bilbao. Se ha trabajado con dos grupos, uno entre los 18 y 49 años, y otro entre los 50 y 59, que recibieron de forma aleatoria Pfizer o no. Los resultados actuales corresponden al 'corte' de las dos semanas, pero el seguimiento se prolongará durante varios meses.
Las CC.AA. deciden
Las comunidades autónomas decidirán tras asistir al Comité de Salud Pública si toman este estudio como base para pautar Pfizer a los vacunados con AstraZeneca. Sin embargo, los representantes autonómicos ya adelantaban a EL ESPAÑOL que consideraban la decisión de Sanidad "resuelta" incluso antes de la presentación de las conclusiones del ensayo. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha abogado como "opinión personal" por seguir el criterio de países como Francia o Alemania que ya están mezclando vacunas de ARNm con AstraZeneca.
La comunidad científica, por otra parte, no es partidaria ni de retrasar las dosis ni de combinar vacunas en pautas heterólogas. "Con los estudios e informes que tanto la EMA (Agencia Europea del Medicamento) como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) han publicado, se debería poner la segunda dosis a aquellas personas que tengan la primera", abogaba recientemente Isabel Jimeno, coordinadora del grupo de trabajo sobre vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
"Los científicos en general somos un colectivo humano muy heterogéneo que podemos tener diferentes opiniones, pero no me he encontrado a ninguno que esté en contra de estas vacunas que se están retirando debido a los trombos que se han detectado. Es algo que entraba dentro de lo esperado", manifestaba el científico Eduardo López-Collazo, director del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Como dato adicional, los hallazgos preliminares de un estudio en la revista The Lancet apuntaban a que alternar dosis de diferentes vacunas contra la Covid-19 sí provoca reacciones leves y moderadas más frecuentes, como fiebre y dolores, que si se siguen los calendarios estándar de vacunación, con dos inyecciones del mismo preparado. El equipo liderado por expertos de la universidad británica de Oxford comprobó que la combinación de dos dosis de preparados fabricados por distintas farmacéuticas incrementaba la reactogenicidad.