Sigue la bajada de casos en España y, con la bajada de casos y el incremento de dosis administradas de las distintas vacunas (629.381 a lo largo del pasado fin de semana), siguen los deseados efectos colaterales: el número de hospitalizados queda en 6.923, un 18,84% menos que el pasado lunes, mientras que los ingresados en UCI son 1.836, un 13,96% menos que los que había hace una semana.
Con todo, la consecuencia que más nos preocupa, por supuesto, es el impacto de una menor transmisión y una mayor protección en el número de muertes semanales. Y en ese sentido, las noticias son esperanzadoras: en los últimos siete días se han notificado 537 defunciones relacionadas con la Covid-19, es decir, 77 por día.
Hay que tener en cuenta que los datos del Ministerio van siempre con un cierto retraso con respecto a las comunidades autónomas, es decir, que, en este momento de la evolución de la pandemia, probablemente las cifras sean aún mejores.
Los datos brutos -es decir, sin fechar en la mayoría de los casos- de las distintas autonomías nos hablan de 435 fallecidos en la semana del 7 al 13 de mayo, última de la que tenemos los datos recogidos por los usuarios de Twitter, @ngbpadel2 y @homosensatus, a falta, eso sí, de consolidar las cifras del País Vasco. Esto nos indica más o menos que podemos esperar de las cifras del Ministerio la semana que viene.
En cifras totales, observamos que las comunidades/ciudades autónomas que menos fallecidos han notificado en esta última semana son: Cantabria (1), Extremadura (2), Ceuta (2), Melilla (2), Murcia (3), Navarra (3), Baleares (4), Asturias (7), La Rioja (7) y Galicia (9). Son diez comunidades autónomas por debajo de las diez defunciones semanales. Una undécima, Canarias, se queda justo en 10.
Se podría argumentar que estas cifras totales no son del todo representativas, pues obviamente a mayor población, mayor número de fallecidos. En ese sentido, es normal que las comunidades uniprovinciales del norte del país tengan cifras tan buenas… pero en términos proporcionales, los resultados no son muy distintos.
Si observamos la incidencia por 100.000 habitantes, según cálculo de los usuarios de Twitter antes citados, podemos observar en el cuadro superior que las que menos mortalidad proporcional tienen son Murcia, Galicia, Cantabria, Extremadura y Asturias. Madrid, Aragón y Castilla La Mancha, mientras tanto, aún muestran problemas.
No incluimos a las dos ciudades autónomas pues su población es tan escasa en comparación que las cifras varían con mucha facilidad. Como se ve, no hay mucha diferencia con respecto a las cifras totales, y lo importante es que España está a un paso de bajar de los dos muertos por 100.000 habitantes en la suma de los últimos 14 días, algo que no veíamos desde finales de julio y principios de agosto.
¿Qué efecto están teniendo las vacunas en estas cifras? Echando un vistazo a las cifras del Ministerio, vemos que las diez comunidades con más población vacunada mayor de 60 años son, por este orden: Castilla y León (55,3%), Extremadura (55,1%), Galicia (54,1%), Aragón (54%), La Rioja (52,6%) y Asturias (51,2%) todas ellas por encima del 50% con la pauta completa dentro de esa franja de edad. Sorprende, quizá, la ausencia de Cantabria en ese listado, con un 47,4% de vacunados.
En el lado contrario, vemos que País Vasco (41,3%), Melilla (42,2%), Canarias (42,5%), Baleares (43,2%), Cataluña (44,3%), Madrid (44,5%) y Murcia (44,5%), van un poco más lentos, algo que, en el caso del País Vasco, Madrid y Cataluña, tres de las regiones que más fallecidos aportan al total, no ayuda en absoluto.
Volviendo a los datos de las comunidades autónomas y aun teniendo en cuenta que puede haber errores puramente burocráticos, es esperanzador ver que Cantabria notificó cero muertos en once de los primeros trece días de mayo. Asturias hizo lo propio en ocho de esos trece días, al igual que Extremadura. La Rioja lo consiguió en siete y Navarra en cuatro. Hace tan solo un mes, estábamos notificando en el total del país casi 100 muertos por día (658 en la semana del 19 al 25 de abril).
El hecho de haber reducido ese número a la mitad y que tantas regiones estén rozando el objetivo de cero muertes nos hace pensar en un mes de junio y, sobre todo, de julio, realmente buenos en ese sentido. ¿Tan buenos como en 2020 cuando las defunciones y la incidencia se desplomaron en todo el país? Esperemos que sí, sobre todo en cuanto estas cifras de vacunación total rocen el 70-80% en las comunidades más pobladas.
Esperemos, también, que gracias a las vacunas, tengamos continuidad en agosto y septiembre. Así debería ser salvo imprevistos, pero prever los imprevistos o al menos tener una cierta intuición al respecto ha sido precisamente nuestra tarea pendiente a lo largo de estos quince meses. Aprendamos de errores pasados.