Investigadores alemanes afirman haber encontrado mediante pruebas de laboratorio la causa de los trombos improbables pero potencialmente letales que han sufrido algunos receptores de las vacunas contra la Covid-19 fabricadas por AstraZeneca y por Johnson & Johnson / Janssen, según recoge la agencia Reuters.
El estudio es un preprint y está a la espera de ser revisado por expertos, pero según sus primeras conclusiones, las vacunas contra la Covid-19 que emplean adenovirus modificados -virus del resfriado común que sirven para transportar el material inmunológico- llevan parte de la carga hasta el núcleo de la célula.
Ahí, afirman, algunas de las "instrucciones" para modificar las proteínas del coronavirus pueden ser malinterpretadas, y desencadenar de esta manera problemas de coagulación y trombos en una pequeña proporción de los receptores.
Los investigadores de la Universidad Goethe de Frankfurt así como de sus centros colaboradores explican en su trabajo que las vacunas basadas en otras tecnologías, como el ARN mensajero de la de Pfizer-BioNTech o la de Moderna, sí son seguras, ya que interactúan de una manera diferente a nivel celular.
En estas vacunas de ARNm, subrayan, el material genético que permite modificar la proteína 'spike' del coronavirus, la "llave de entrada" a las células y por tanto a la infección, llevan el material genético directamente al fluido del interior de la célula, dejando de ladoi el núcleo.
Para resolver este problema, sugieren que los marcadores vacunales destinados a los vectores de adenovirus modifiquen la secuencia con la que codifican la proteína 'spike' para "evitar reacciones no deseadas en la replicación y para incrementar la seguridad de estos productos farmacéuticos".
Ni las autoridades sanitarias de Estados Unidos ni las de la Unión Europea han dado todavía con una explicación satisfactoria para los casos de trombos acompañados de un bajo recuento de plaquetas en sangre que se han detectado en algunos pacientes vacunados con las fórmulas de AstraZeneca o Janssen.
Las teorías científicas al respecto son contradictorias en algunos casos, y han llevado a algunos países como España, Francia o Reino Unido a proponer pautas combinadas en las que se ofrece una segunda dosis de Pfizer o Moderna a los menores de 60 años que recibieron una primera de AstraZeneca. La situación no se da con la vacuna de Janssen al tratarse de una pauta monodosis.
Precisamente la filial estadounidense de Johnson & Johnson ha manifestado a Reuters que "apoyan la investigación continuada y el análisis de los raros casos" de trombos, al tiempo que "colaboran con los expertos médicos y las autoridades sanitarias de todo el mundo". Afirman, finalmente, que "están deseando revisar y compartir" los datos de esta investigación una vez se hagan públicos.
Contactada también por la agencia, AstraZeneca ha declinado comentar.