El 'quiromasaje', 'quiropraxis', o 'quiropraxia', la teoría de que la manipulación de la columna vertebral puede restaurar la salud general, está considerada como una pseudociencia en España, muy similar a otras como el reiki o la osteopatía cuyos presuntos beneficios jamás han sido demostrados científicamente. Sin embargo, el término 'quiropráctico' tiende a usarse como sinónimo de 'fisioterapeuta', el profesional sanitario especializado en rehabilitación, lo que puede inducir a confusión y a confiar en presuntos médicos que no lo son.
Es el caso de un vídeo que ha ganado relevancia en los últimos días y que ha escandalizado a los médicos activos en redes sociales, como el pediatra e intensivista Alberto García Salido (@nopanaden). En él, un presunto 'doctor' practica unos "ajustes quiroprácticos" a un bebé recién nacido, "Kyle", para "relajar" su "desarrollo neurológico" después del parto. El vídeo, compartido en TikTok por la clínica en la que tuvo lugar la intervención, ha sido denunciado por el Dr. Jonathan N. Stea, un especialista canadiense de la lucha contra las pseudoterapias.
En él se aprecia como Bill Jensen -que pese a su título de 'doctor' no se presenta como médico sino como 'Arquitecto Jefe de Salud', y ni siquiera consigue llevar la mascarilla correctamente como compete a un profesional sanitario- golpea con una herramienta en dos puntos de la columna y uno de la base del cuello al bebé. "Es científicamente indefendible y potencialmente dañino. Vamos a normalizar no normalizar las pseudociencias", clama Stea.
Para respaldar esta afirmación, Stea proporciona la revisión realizada por la revista Science Based Magazine según la cual la manipulación de la columna mediante quiropraxia "no es más efectiva" que el placebo para tratar enfermedades que sus practicantes aseguran poder tratar, del cólico del infante al asma pasando por la otitis, y que además está contraindicada por el riesgo de daño en el tejido cartilaginoso de los niños en crecimiento. Además, como también señala Stea, se han inventado recientemente pretextos para aplicarla en niños sanos, como la presunta necesidad de "relajar" la columna de Kyle tras el parto.
El hecho que haya personas que puedan dar masajes de este tipo sin licencia ni control ha llevado a consecuencias terribles. Una mujer de 59 años, tal y cómo recogió el American Journal of Ophthalmology Case Reports, experimentó una mancha ocular mientras conducía con el posterior empeoramiento de su visión al día siguiente, coincidiendo con una manipulación de la columna cervical usando una técnica de alta velocidad cuyo objetivo era mejorar sus dolores de cabeza.
La paciente recuperó afortunadamente la vista, pero se han llegado a describir casos de accidentes cerebrovasculares por la manipulación del cuello a alta velocidad, como alertó la American Heart Association en 2014. Según la AHA, llevar a cabo movimientos cortos pero rápidos a la hora de manipular el cuello puede crear roturas en las pareces de las arterias del mismo. A su vez puede provocar un accidente cerebrovascular por desprendimiento de un coágulo sanguíneo que viajará hacia arriba y acabar en el cerebro.
"Es como si un traumatólogo se mete a una cirugía de de cardiología", denunciaba Jesús Herraez a EL ESPAÑOL, un fisioterapeuta de Madrid con más de 15 años de experiencia. Uno de sus clientes había sido operado del menisco la rodilla y se había puesto en contacto con un supuesto colegiado en fisioterapia, que le había empezado a tratar. Pero la cosa no iba bien. Más tarde descubrió que el 'profesional' le había vuelto a romper el menisco. El cliente investigó y descubrió que el supuesto profesional ni siquiera estaba colegiado.